Matthew Perry no quería ser recordado por Friends, sino por la Perry House, el centro de rehabilitación que fundó

Matthew Perry, quien falleció este sábado a la edad de 54 años, fue muy abierto sobre su problema con el alcoholismo y las drogas una vez que encontró el apoyo para lidiar con esto. Pero tal cambio en su vida llegó con un compromiso para apoyar a otros en una situación como la suya.

Tal era su orgullo por haber generado proyectos como la Perry House, un centro de rehabilitación, que en su autobiografía “Amigos, amantes y aquello tan terrible”, que publicó apenas hace un año, reconoció como su más grande logro.

“Lo mejor de mí, sin lugar a dudas, es que si alguien se me acerca y me dice: ‘No puedo dejar de beber. ¿Puedes ayudarme?’, yo puedo decir que sí y hacerle un seguimiento. Y he dicho esto muchas veces: cuando me muera, no quiero que ‘Friends’ sea lo primero que se mencione; quiero que sea esto. Y voy a vivir el resto de mi vida demostrándolo”, dijo el actor en la publicación, en un extracto que ha estado circulando en redes sociales desde su fallecimiento.

La Perry House fue fundada en 2013 en su mansión de Malibú, pero el inmueble fue vendido dos años después debido a lo costoso que era su mantenimiento para este fin y la institución se mudó a otra parte.

En su biografía Perry se sinceró sobre cómo lo llegó a hacer sentir la adicción al alcohol y las drogas, que llevaron a poner en su juego su papel como Chandler Bing en la popular serie de los 90’s.

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“En 1956, la Asociación Médica Estadounidense dijo que [la adicción] era una enfermedad y que tiene dos vertientes. A mí y a otros 10 millones de personas en los Estados Unidos nos pasan dos cosas. La primera es la obsesión. Esto significa que empiezas a pensar en un Martini y no puedes pensar ya en nada más. Solo piensas que tienes que tomar un Martini. Y una vez que haces eso, la obsesión desaparece, pero la compulsión, que es la segunda parte de la enfermedad, toma el control y dice: ‘ahora estamos bebiendo, te voy a hacer beber aún más que la última vez’. Es progresivo. No podía parar a menos que estuviera encerrado y, a veces, llamaba a alguien para que me trajera drogas donde estaba”, recordó el filántropo en sus memorias.

Perry aseguró que perdió millones de dólares en su adicción, pero en sus últimos años se comprometió a ayudar a cuantos pudiera a salir del mismo problema en el que él estuvo. Si bien hizo reír a millones con “Friends”, para él el logro del que más orgulloso estaba era haber podido salvar de la adicción a tantos.

Hasta el momento se desconoce la causa de la muerte del actor. Las autoridades aseguran que los exámenes toxicológicos podrían tardar meses en dar resultados pero de momento no se han encontrado en su domicilio, donde fue hallado sin vida por una asistente, ni drogas ni indicios de un crimen.