Lágrimas de orgullo: Así vivió una madre la victoria mundial de su hija en tochito

La mañana del 7 de diciembre Dona Wiseman, terapeuta, actriz y colaboradora de VANGUARDIA, se vio al espejo y notó que tenía los ojos hinchados. Llevaba horas llorando. Se tomó una selfie y la compartió en su Facebook y a cambio recibió cientos “me gusta” y “me encanta”. No eran burlas de sus contactos, sino empatía, pues el llanto que mostró era provocado por el orgullo.

Como madre de Pamela Reyes Wiseman, quien junto a la Selección Nacional de Flaag Football obtuvo ese día el segundo lugar en el mundial de este deporte en Israel, Dona se desveló, gritó y lloró en apoyo de su hija. Conmovida aún, platicamos con ella.

“Estoy sin dormir porque la semifinal fue a las dos de la mañana y la final a las siete de la mañana. Estuvo aquí un amigo hasta las doce y media, puse alarma, todo el desmadre y vi la semifinal, terminé muy contenta porque fue una arrasada tremenda”, nos contó.

“Ver a Pamela allá, en el campo, a través de la pantalla, escuchar los comentaristas, verla asomarse para saludar, verla pedir a un camarógrafo que está filmando para mandar saludos, verla con sus compañeras, la inauguración, la manera en que organizaron todo por la pandemia... ella hace deporte desde los 8 años y se formó con equipos de la universidad, haber pasado con ella por embarazo de alto riesgo, pasó un año con anti-coagulantes y sin poder jugar y escucharla decir ‘regreso y regreso con más y me voy pa’rriba’ y ahora verla en esta cima, que no es exactamente la cima pero casi, y verla en el campo desde chiquilla siempre ha sido para mí una cosa fantástica”, agregó.

Con la noticia de que, a pesar de no haber conseguido el oro, se abrió una oportunidad para que participen en Alabama 2022 y que muy pronto el “tochito” será un deporte olímpico, Dona compartió que incluso con el hecho de que Pamela tendrá 40 años para entonces, ella sabe que puede aún seguir dando bastante, pues su hija “juega hasta que el cuerpo aguante”, como muchas veces ha llegado a comentarle.

“Ella siempre me reporta que me admira mucho y que se inspira en mí para lo que hace. Y desde hace tiempo estoy diciendo que ella ya me rebasó desde hace mucho, porque tiene una dedicación en tiempos cuando nos quejamos de personas que no saben ni qué quieren en la vida y que no forman objetivos y no forman metas, verla así es super satisfactorio. Me siento muy orgullosa, estoy básicamente segura que no tuve mucho que ver con su desarrollo como deportista más que ir a los partidos y darle los permisos”, señaló.

A este orgullo se suma el poder ver a sus hijos apoyándola, así como a la propia Selección Mexicana en unidad, como la atleta llegó a comentarle que sucede. Esto, asegura, es algo que el deporte y el arte pueden lograr.

“En plena pandemia Israel abrió fronteras, ver lo que puede hacer el deporte, y el arte. La convivencia que puede generar, la manera de superar obstáculos, hasta pandemias, para poder tanto como individuales como conjuntos, como equipos y como sociedad, me satisface ver el movimiento positivo a pesar de los tiempos que estamos viviendo”, concluyó.