End Rape on Campus crea un mapa para elegir universidad en Estados Unidos según sus casos de violación

Las estadísticas de más de 750 universidades en Estados Unidos, Puerto Rico e Islas Vírgenes referentes a las agresiones sexuales y violaciones ya podrán ser consultarse en este mapa que fue lazado en el mes de enero con la intención de hacer rendir cuentas a las facultades y a su vez informen a los estudiantes sobre su futuro centro educativo.

Esta herramienta que fue desarrollada por la organización End Rape on Campus (“Acabad con la violación en los campus”) compila los casos que fueron denunciados entre 2018 y 2020 en estas facultades, así como también las ocho que conforman la “Ivy League”, el circuito de universidades privadas de élite del noreste de Estados Unidos, y su vez hacer accesibles recursos de prevención y apoyo a los supervivientes.

Kenyora Parham, directora ejecutiva de End Rape On Campus, precisó que esta herramienta es “la primera de este tipo” y que nació como para dar una respuesta a las constantes demandas de estudiantes y sus familias sobre contar con la información necesaria para “hacer rendir cuentas” a las universidades.

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Si bien, este mapa interactivo, no brinda un ranking detallado de los centros, aspira a “revolucionar conversaciones” e influir en la elección del futuro estudiante universitario.

“Queremos que sea parte del proceso de decisión del alumno, porque no va solo de cuál es el programa mejor calificado, sino que también va de seguridad y de cómo esos campus gestionan las agresiones sexuales y el acoso”, explicó Parham.

Según datos de la Asociación Estadounidense de Universidades (AAU), cerca del 26 % de universitarias son violadas o sometidas a abusos sexuales en Estados Unidos y solo, el 20 % de ellas acuden a la policía, indica el Departamento de Justicia.

De las universidades que fueron analizadas, actualmente un 25 % están siendo investigadas por violar el Título IX, en el que se prohíbe la discriminación por motivos de género, así mismo los abusos sexuales, en las escuelas que reciban fondos federales, siendo estas casi todas las del país.

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En este sentido, en el Distrito de Columbia, en donde se está la capital, Washington, cinco universidades están siendo investigadas debido a este motivo. En las doce restantes, diez informaron cero incidentes de tocamientos, acoso o violencia machista, y ocho informan de cero violaciones.

En todo Estados Unidos, un poco más de un tercio de estas universidades tienen cero incidentes, algo que para Parham no es del todo positivo, debido a que estas estadísticas “no indican necesariamente que no hubiera agresión sexual”.

Por su parte, la Universidad de Nueva York (NYU) contabilizó 38 casos de violación con una escolarización de aproximadamente 53,000 estudiantes, en tanto que Harvard, con 30,000 alumnos-, reportó de 74 violaciones y Brown, con cerca de 50,000 inscritos, informó de 50 casos.

Así mismo, un poco más de la mitad de las universidades tiene una política de amnistía, con la que posibilita a los estudiantes informar de incidentes de violencia sexual sin temor a que sufran represalias por sus propios comportamientos o actitudes en el momento del suceso.

Así también, otro objetivo de este mapa es “buscar posibles huecos y oportunidades” con el propósito de cambiar las políticas que tienen algunos centros educativos, ya sea encarando la manera en que proporcionan apoyo o las vías de prevención aplicadas.

Después de largas conversaciones con alumnos a lo largo de Estados Unidos, motivó que End Rape on Campus se propusiera desarrollar un único espacio con todos los datos del Departamento de Educación existentes, siendo este un proceso que se llevó dos años para lograr su apariencia y funciones actuales.

“Estos estudiantes han sido históricamente marginados, apartados del discurso nacional cuando se habla de agresiones sexuales en el campus, y queremos garantizar que esta información está a su alcance”, puntualizó Parham, que refiere a la capacidad de la herramienta en guiar a los jóvenes en sus derechos bajo el Título IX.

Mientras tanto, Rachel Barkley, una estudiante superviviente de la Cardozo School of Law en Nueva York, fue una de las 100 voluntarias que ayudaron a reunir todos los dato; expresa que le hubiera gustado tener acceso a esta herramienta en su etapa estudiantil.

“Espero ver el impacto de esta poderosa e innovadora herramienta en las futuras generaciones de solicitantes universitarios”, concluyó Barkley.

Con información de la Agencia EFE.