Corrupción en General Cepeda
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Rodolfo Zamora Rodríguez, (La Chopa), uno más en el estercolero político en que se ha convertido la política coahuilense. Rubén Moreira dijo, en tiempos electorales: “hay que ganar a como dé lugar” y ganó. Hoy pagamos las consecuencias.
La Chopa hace del gobierno municipal un negocio familiar. Poco antes todavía gustaba decir: “Yo soy raterillo, ya lo saben”.
Alcalde por segunda vez, lo fue en los 90 cuando, entre otros desatinos, quiso entregar a Saltillo el agua de los campesinos cepedenses y organizó asaltos al ferrocarril en Estación Hipólito, ¡con vehículos de la Presidencia Municipal! En esa ocasión lo protegió Rogelio Montemayor.
El caciquillo, consiguió que su hijo, Luis Ernesto Zamora Alemán, (La Pasa) ocupara la alcaldía. La Pasa dejó todo a medias y mal hecho. Fue tal su desaseo que, para su sorpresa, “los de su mismo partido” lo inhabilitaron para ocupar cargos públicos por 10 años.
En la siguiente administración, La Chopa metió a su esposa Josefina Alemán de Zamora, (Chepina) como primera regidora, comisionada de hacienda, desde donde se hizo cómplice de las innumerables tropelías del Alcalde, Guadalupe Sánchez, (Pito), quién sólo dejó, como huella de su paso por la Presidencia Municipal, una ostentosa residencia que ofende a los empobrecidos cepedenses.
Alcalde por segunda vez, La Chopa vuelve a lo suyo. Les comparto breve narración que me proporcionó José Luis García Valero, ciudadano y vecino de ese municipio.
“1.- Se aprueba un crédito puente por 300 mil pesos que el hijo del Alcalde (Luis Ernesto Zamora Alemán), por medio de su prestanombres Rosaura Cepeda, concede al Ayuntamiento, saltándose la ley, la obligada autorización del Congreso del Estado y los engorrosos requisitos de la banca comercial.
“2.- Consigue que no se impugne al principal proveedor de la Presidencia Municipal, esto es, al mismo Luis Ernesto Zamora (La Pasa), quien factura por medio de Rosaura, su prestanombres. La Pasa es también el principal contratista de obra pública, empezó en ceros, pero gracias a sus negocios con la Presidencia, ya tiene maquinaria propia, comenzó con una retroexcavadora y uno o dos camiones viejos, ahora posee cinco camiones y tres retros. El diesel lo paga Presidencia. Hace mal los trabajos. Por ejemplo, un bordo en Santa Inés, que costó medio millón de pesos, se lo llevaron las primeras lluvias del año, porque nomás arrimó tierra y no la compactó. Ahora La Pasa está reparando o reconstruyendo lo que tan mal hizo antes de las aguas. El Alcalde reconoció más de una vez, en plena junta de cabildo, que su hijo, proveedor y contratista utiliza a una prestanombres para facturar, “porque sería ilegal que nos facturara mi hijo”.
“Otro hijo del alcalde, Rodolfo Zamora Alemán, (Toto), suministra los alimentos para el personal y para el comedor del DIF, las facturas salen a nombre de su suegra y prestanombres, Rosa Grimaldo. Toto regentea una cantinucha disfrazada de restaurante, al parecer financiada por Chepina, su madre, donde son frecuentes las riñas y se expenden bebidas alcohólicas sin restricción alguna. En días pasados el propio alcalde se lió a golpes en ese sitio. El personal del antro está en la nómina del DIF y de Presidencia, donde trabajan, pero para no perder la chamba ‘colaboran’ en el antro”.
3.- “Consigue que se apruebe que el propio alcalde venda la semilla para un programa de apoyo a los productores agrícolas. La Chopa reconoce que necesita utilizar un prestanombres para hacer negocios con el dinero público, porque sería ilegal que él mismo facturara”. Así concluye la denuncia de García Valero.
La única voz disidente, Sofía Ochoa, fue en todo momento, “mayoriteada” y silenciada por los integrantes del cabildo, sin que importe de que partidos son. En su “discurso” de cierre, La Chopa pidió que no lo cuestionen, que trabajen en unidad, al fin y al cabo, dijo: “las cosas van a salir bien y tendremos la prueba en las próximas elecciones, porque volveremos a ganar, la gente está contenta con nuestra forma de gobernar”. Son los tiempos del nuevo PRI. Ser cínicos, como quiera ganan, así sea robando en las presidencias municipales o sumándole más deuda a las maltrechas finanzas del Estado, asunto que sirve para seguir gastando sin transparencia, es decir más corrupción. Aquí un relato de La Chopa y su nefasto gobierno en General Cepeda. ¿Cuántos de estos tendremos en Coahuila y en México?
Facebook: Chuy Ramirez
Twitter: @wchuyramirezr