¿Sabes qué hacer para no sufrir un golpe de calor? VANGUARDIA te dice cómo evitarlo
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Evite la exposición prolongada a los rayos del sol y sobre todo, proteja a niños y adultos mayores
La Secretaría de Salud emitió una serie de recomendaciones para evitar golpes de calor, ante las elevadas temperaturas que se pronostican para esta época primavera-verano.
Los golpes de calor se produce cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 39.4° centígrados, ya sea por efecto de la condición ambiental o por actividad física vigorosa, en la que el organismo es incapaz de regular su temperatura.
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Para evitarlo, se recomienda permanecer en lugares frescos, que estén a la sombra y ventilados; utilizar gorra o sombrero, lentes de sol, sombrilla y protector solar; lavar las manos frecuentemente con agua y jabón, antes de comer, servir y preparar alimentos, y después de ir al baño.
Y para evitar males gastrointestinales propios de la temporada, se recomienda evitar el consumo de alimentos en la calle.
Además, la SS recomienda beber agua purificada o sueros, también es importante para mantener el cuerpo hidratado; evitar la exposición al sol por periodos prolongados, específicamente entre las 11:00 y las 15:00 horas, rango en el que la temperatura alcanza sus niveles más altos; utilizar ropa ligera y de colores claros”.
Advirtió que las personas que forman parte de grupos vulnerables a sufrir el golpe de calor, son las niñas y niños menores de 6 años, adultos mayores de 65 años, personas con sobrepeso, o con problemas en las glándulas sudoríparas y enfermas del corazón.
Los síntomas del golpe de calor son: Mareo, sudoración excesiva al principio y ausente después; enrojecimiento y sequedad de la piel; fiebre con temperatura desde 39 a 41°C; aceleración del ritmo cardíaco con latido del corazón débil, dolor de cabeza y ataques con convulsiones.
En caso de presentar esta sintomatología, recomendó llevar a la persona a la sombra o a un ambiente cerrado, quitarle el exceso de ropa, enfriarla con cualquier medio disponible, ya sea colocándola en una bañera con agua fría o en una ducha fresca.
También es recomendable rociarla con una manguera de jardín, pasarle una esponja con agua fresca, abanícala mientras se le rocía con agua fresca, o colocarle compresas de hielo o toallas húmedas y frías sobre la cabeza, el cuello, las axilas y la ingle.
La atención debe ser inmediata. Puede llamar al 9-1-1 para recibir orientación y asesoría especializada.