‘Ya chole’, hay problemas que resolver
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“Ya chole”, “amor y paz”, “fifí”, “pirruris”, “conservadores”. Durante la campaña por la Presidencia de la República a mediados de año, alguien afirmó que Andrés Manuel López Obrador era el único candidato que hablaba como lo hace la población mexicana en general.
La idea de tal señalamiento, por supuesto, era hacer aparecer a AMLO más cercano a la ciudadanía, porque sus contendientes eran políticos y, por lo tanto, personas lejanas de los mexicanos de a pie.
En contraste, en algún análisis sobre la imagen del hoy Presidente electo, también hubo quien hizo notar que pese a que su carrera política la ha desarrollado esencialmente en la Ciudad de México, donde fue Jefe de Gobierno, y lleva décadas de no habitar en su natal Tabasco, se esfuerza en mantener el acento sureño para seguir apareciendo como pueblo.
Lo que algunos evitan señalar es que sus expresiones del tipo “fifí” son de una antigüedad tal que muchos de quienes lo escuchan deben consultarlo con sus abuelos o tratar de deducir su significado considerando el contexto.
Cada vez más cerca, como está, de asumir la Presidencia de México, López Obrador utiliza su forma de hablar también para palomear o desaprobar los proyectos estratégicos que le interesan. Así, manda a consulta la obra del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, mientras jura y perjura que el Tren Maya ya está más que avalado por los habitantes de la península de Yucatán.
El tabasqueño –que tiene agendado estar en Saltillo el jueves entrante– declaró, citando sin detalles, que en “una encuesta” el 80 por ciento de la población del sureste del País está a favor del tren, aunque no se ha hecho una consulta como tal: “No, no, es que no hay consulta en este caso, es todo el pueblo el que está opinando”.
AMLO asevera que “quienes se oponen (al proyecto lo hacen) porque son muy conservadores y no quieren que nos vaya bien, que salga adelante nuestro Gobierno”.
Declaró que el Tren Maya recorrerá mil 500 kilómetros y cruzará por cinco estados, sin impactar negativamente en el medio ambiente porque la obra va junto con el programa Sembrando Vida, que plantará 50 mil árboles frutales y maderables en la zona.
Ojalá que en Coahuila López Obrador sostenga con tal firmeza pendientes importantes para la población como el fondo de pensiones y el servicio médico del magisterio, la deuda pública estatal y la explotación de hidrocarburos por fracking.
Que no se polaricen posturas y que las discusiones entre un futuro lúgubre y otro luminoso no terminen en un mero escenario de especulaciones, sin razones que respalden las tomas de decisiones.