Tribus del PRD podrían cambiar el nombre del partido para salvarlo

Los magros resultados electorales que obtuvo el PRD en los comicios del 1º de julio, cuando paso de 11 a 5 por ciento de la votación, evidencian que el modelo de partido basado en las corrientes se agotó y que es necesario una transformación de fondo, dijeron por separado liderazgos de esta fuerza política.

Miguel Alonso Raya, de la Iniciativa Galileos, señaló que es necesario diseñar otro tipo de partido, pero no sólo hay que hacerlo con la militancia, sino también con personajes externos. Ello implica revisar todo, incluido el nombre, explicó.

Si en las mediciones que se hagan para ver lo que la ciudadanía piensa sobre esta fuerza política, existe la demanda de cambiar su denominación, hay que hacerlo. Si lo que se requiere es modificar prácticas y comportamientos, a la mejor puede seguir el nombre de PRD. No estamos cerrados a nada, subrayó.

El ex dirigente magisterial informó que se está invitando a intelectuales y académicos a acompañar el proceso de reconstrucción del perredismo, entre los que se encuentran José Woldenberg y José Antonio Crespo. “Apenas estamos hablando con ellos… lo ideal es que aceptaran comprometerse en el diseño de algo nuevo a partir del registro del PRD”, añadió.

Humberto Zazueta, integrante del Comité Ejecutivo Nacional, aclaró por su parte, que no se está planteando la eutanasia de este instituto político, sino una transformación de fondo, pues el consenso de los liderazgos de corrientes es que el modelo vigente se agotó.

En medio de esta reflexión, señaló, se deberá proceder a la elección de otra dirigencia nacional, como ordenó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, si bien, estimó que esta seguramente tendrá un carácter provisional.

Antes de la primera semana de diciembre, se reunirá el congreso nacional del PRD para decidir sobre la presidencia y al mismo tiempo, la ruta para la reconstrucción.

Ángel Ávila, secretario general e integrante de la corriente Nueva Izquierda, señaló por su lado que el tema del nombre del partido no es lo importante, sino cómo se reformula y se convierte en nueva opción política. Si en el análisis se concluye que hay que modificar la denominación, hay que hacerlo. De hecho recordó que el PRD derivó del PCM y del PSUM.