Sorpresa de Utah Jazz y empata la serie ante Oklahoma 1-1

Hay dos Oklahoma City Thunder, dos absolutamente opuestos. Hay unos Thunder activos, que nacen en el big-3 y generan un trabajo agotador a la defensa rival con un sinfín de posibilidades; y luego está la versión aburrida, la versión dependiente de Russ y Paul George –sin Melo, incluso– y que muere en si misma. Entre los tres ayer anotaron 19 tiros y lanzaron 58… no salen las cuentas.

Pero la culpa no debe caer solo sobre ellos dos tres. Si Westbrook falla 12 tiros es porque Abrines, Grant, Brewer o el banquillo no generan diferencia alguna. Si encima Melo falla 13 y Paul George otros 15, la crisis se agrava. Especialmente la noche que Adams, que ya tiene el problema de tener que bailar con Gobert, se sobrecarga de faltas.

Ayer Utah, y muchos equipos en las últimas semanas, han puesto en marcha una estrategia clara: cerrar al big-3 a cal y canto y dejar a Grant libre y Brewer en una esquina. Puede salir cruz, pero generalmente sale cara de alguna manera: si entre Jeremi y Corey se combinan para 24, es el big-3 quien falla; y si no, viceversa. El problema es si los dejas funcionar, te pueden romper un partido y casi una eliminatoria.

Donovan Mitchell en versión playoffs

Capaz de fallar un mate en mitad de un parcial de 0-19 en contra y aún así prácticamente solo cerrar el partido en ataque, ante Westbrook, George o quien quiera ponerse delante. La versión es la misma que vimos en regular-season pero con todavía más hambre. No lo digo yo, lo dice la historia.

En la primera parte, el rookie se quedó en solo ocho puntos. En solo el último cuarto anotó 13, en total se fue a 27. Lo de rookie ya le queda pequeño y empezar a usar la etiqueta de estrella junto a su nombre es cuestión de tiempo, meses si no semanas. Donovan Mitchell debutó a lo grande en playoffs y no piensa bajar el listón.

Por ahora ha empatado la serie, tercera de todo el cuadro y Utah recupera lo que perdió la última noche de regular-season: el factor pista. La eliminatoria se muda a Salt Lake City y la ciudad ya espera con ansias al heredero al trono.

Los Jazz de Snyder

Por fin. Han tardado un partido y un cuarto [porque el tercer periodo de ayer es bochornoso] pero han llegado. Extra-pass, juego interior, movimiento de balón y si no, balones a Donovan Mitchell. Ricky, tras el miedo escénico de jugar unos playoffs, por fin ha mostrado al jugador de temporada regular: 22 puntos ayer con 5/8 en triples, 9 asistencias y 7 rebotes. Y siendo clutch.

(Tomado de TheWing)