¿Por qué se redujo el ‘sexenio’ de AMLO?
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La luna de miel que los políticos mexicanos –ganadores y perdedores– viven desde el 1 de julio mantiene un muy terso proceso de entrega-recepción entre las administraciones de Enrique Peña Nieto, que va de salida, y la de Andrés Manuel López Obrador que viene.
Y la verdad es que tan acostumbrados nos tiene la clase política al juego sucio y a darse hasta con la cubeta, tanta civilidad sorprende. Vaya, el estado de cosas es tan poco familiar que casi ni como curiosidad ha sido tema de conversación que AMLO no gobernará un sexenio completo.
La información se dio de manera tan natural que nadie, aun con toda la mala leche del mundo, intentó agitar las aguas por restarle meses al gobierno del tabasqueño.
Y es que el ahora Presidente electo de México durará en el cargo 5 años y 10 meses, un periodo menor a los seis años que sus antecesores fueron los Jefes del Ejecutivo Federal.
La justificación de tal situación es simple, pero importante. Es más, es la respuesta a una demanda que muchos analistas han hecho en repetidas ocasiones desde tiempo atrás.
En 2014 Peña Nieto planteó, en el marco de la reforma electoral, recortar de cinco a tres meses el periodo de transición entre un Presidente y el otro, aunque finalmente sólo serán dos meses menos.
Así, López Obrador será el primer mandatario en dejar el despacho principal de Palacio Nacional el 30 de septiembre de 2024, y sus sucesores rendirán protesta el 1 de octubre, no hasta diciembre.
La medida permitirá que México ya no tenga que vivir tanto tiempo, de manera simultánea, con dos Presidentes, el constitucional y el electo; con el costo económico y el desgaste político que ello significa.
Especialmente importante será que el ajuste en el calendario sexenal permitirá que el Ejecutivo entrante envíe al Congreso de la Unión la iniciativa de Ley de Ingresos y el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación, y se evite que el Presidente saliente defina la política económica del primer año del nuevo mandatario.
Hasta ahora los paquetes económicos se arman casi por la buena fe de las dos administraciones involucradas.
De cualquier forma debería reducirse más el tiempo de toma de posesión después de las elecciones.
Tarea pendiente.