Parientes y escandalosas

En eventos muy distintos y por situaciones completamente diferentes una de otra, dos mujeres de la misma familia dieron mucho de qué hablar en los últimos días. Me refiero a Thalía y a su mamá ¡perdón! su “hermana” Laura Zapata. Pero empecemos con la esposa de Tommy Mottola, a quien invitaron anunciar al ganador en la categoría de Mejor Álbum del Año en los Latin Grammy.

Resulta que en el momento en que Thalía (que por cierto lucía espléndida, fresca y juvenil) presenta al ganador, el público presente la abucheó intensamente debido a que el ganador fue Luis Miguel y éste no estaba presente en la ceremonia. Ahora bien, hay que plantear las siguientes preguntas: ¿la pobre de Thalía fue abucheada porque el ganador no estaba para recoger su galardón? O peor aún: ¿fue debido a que el premio era para Luis Miguel?

El intérprete de “La Incondicional”, está en uno de los peores momentos de su vida personal y profesional. “¡Pero si Luis Miguel la serie, fue un éxito rotundo hace semanas!”, me gritarán iracundos sus admiradores más irracionales. A ver, ¡no se confundan! Los productores de “Luis Miguel La Serie”, fueron quienes se anotaron una gran acierto en Netflix. Pero el cantante sigue en medio de la rehabilitación de su imagen pública y lo está haciendo muy mal.

Sus problemas con el alcohol, la disciplina, la formalidad en sus presentaciones y con los medios de comunicación, siguen siendo enormes. Pareciera que el hijo de Luisito Rey está empeñado en destruir todo lo que toca. Y ahora que los Latin Grammy decidieron darle el premio a Mejor Álbum del Año (lo cual me parece súper extraño) ¡debió haber hecho presencia, con una gran sonrisa y un amable discurso de aceptación!

Pero no. El tipo decide no asistir y agradecer el premio con una declaración fría y desangelada en Twitter. Por su parte Thalía no tiene más opción que recibir, entre sorprendida y molesta, un diluvio de abucheos. De inmediato, la mujer trató de imponer silencio al público y aseguró que se daría a la tarea de entregar personalmente el reconocimiento a Luis Miguel. Al final de cuentas los Latin Grammy terminaron, esa noche, convertidos en una premiación vulgar y ridícula como la que hacen las revistas amarillistas de espectáculos.

Muy lejos del abucheo para Thalía, en la ciudad de Monterrey para ser más exactos, la que dió la nota fue su mamá ¡perdón! su “hermana” la actriz Laura Zapata. Resulta que estuvo de gira en los medios de comunicación de la capital del estado de Nuevo Léon para promocionar quién sabe qué, cuando de pronto se salió enojadísima de la entrevista que le hacían en vivo en un programa nocturno porque uno de los conductores hizo referencia a Thalía.

Al día siguiente el conductor que la hizo enfadar (Adrián Marcelo) anunció que la empresa para la que trabaja lo había corrido por hacer enfadar a la Zapata. Después los dimes y diretes en redes, incluyendo una declaración de la actriz, hicieron que el programa nocturno se convirtiera en tendencia nacional. Para todos aquellos que creen que “el pobre conductor se quedó sin trabajo para siempre por culpa de esa diva” solo tengo algo que decirles: esa televisora tiene al equipo de guionistas y mercadólogos más talentosos de los últimos tiempos.