Nuevo aeropuerto, ¿estreno de la ‘democracia directa’?
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Más temprano que tarde, lo que tenía que pasar, pasó. Los triunfos electorales de los candidatos de Morena en los tres niveles de Gobierno y en los Poderes Ejecutivo y Legislativo fueron tan aplastantes que para muchos ciudadanos era inimaginable el fin de la luna de miel con Andrés Manuel López Obrador.
Dosificado, poco a poquito, como a la rana en la olla donde le aumentan la temperatura del agua casi sin que se dé cuenta y se queda ahí hirviendo, López Obrador cada día presentaba a futuros colaboradores o mostraba proyectos de trabajo que se aceptaban sin grandes conflictos. Hasta ahora…
En realidad la postura crítica del tabasqueño por la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) fue un tema de campaña, así que nadie puede llamarse a sorpresa por la decisión de López de organizar una consulta popular sobre la obra, pero la verdad es que el anuncio sí alborotó muchos círculos.
Y es que el NAIM es una construcción ya en marcha –con retraso, pero en marcha–, y suspenderla costaría 100 mil millones de pesos. Existen, además, evaluaciones técnicas que avalan su viabilidad, aunque ahora allegados al Mandatario electo tienen argumentos en contra.
Pero ¿cómo vamos a opinar los ciudadanos de a pie sobre la conveniencia o no de la edificación, cuando se trata de un tópico evidentemente técnico, para especialistas?
Esta fue la primera, obvia, pregunta, entre muchos mexicanos. Otra: ¿quién pagará la encuesta o sondeo popular?: AMLO toma posesión el 1 de diciembre, pero dice que la consulta es en octubre.
Diversos analistas cuestionan el precedente que nace con este caso: ¿por qué someter a consulta el caso del nuevo aeropuerto y no, por ejemplo, el Tren Maya?
Escribe el articulista León Krauze: “¿Cómo se define lo que será ‘consultable’? ¿El costo político? ¿El endoso de responsabilidades por decisiones de política pública? ¿La voluntad personalísima de @lopezobrador_? ¿El auténtico beneficio para el País? En suma: ¿cuáles serán los parámetros para la democracia directa?”.
Sobre esa base, el asunto del aeropuerto, más allá del caso particular, plantea una cuestión de fondo, la llamada “democracia directa”. ¿En el sexenio de AMLO se escucharán todas las voces en todos los casos?
Evidentemente no habrá elecciones por cada paso que dé el nuevo Gobierno, así que alguien debe explicar a la ciudadanía las nuevas del juego democrático.