Mirador 22/11/18
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TEMAS
He aquí el último artículo de Malbéne, el controvertido teólogo:
“A este hombre se le murió un hijo. El muchacho tenía 16 años de edad.
Pocos meses después murió su esposa.
Luego perdió el trabajo, y por sus deudas tuvo que vender la casa en que vivía.
Quedó en la pobreza y solo. Dijo:
—¡Hágase la voluntad de Dios!
Este otro hombre tenía una hermosa familia: esposa buena; hijos maravillosos.
Su trabajo era excelente; de él derivaba un buen vivir.
La casa que habitaba era espaciosa y cálida.
Y sin embargo ese hombre no decía:
—¡Hágase la voluntad de Dios!
¿Por qué pensamos siempre que es voluntad de Dios que vengan males sobre nosotros, y no bienes? Dios permite que haya en el mundo sufrimiento, pero no lo envía. Si hiciera eso no sería un Dios de amor. Quiere que sus criaturas sean felices. En las horas de gozo, de alegría, digamos con agradecimiento: “¡Hágase la voluntad de Dios!”.
¡Hasta mañana!...