México merece #MediosLibres
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A los legisladores les quedan sólo 60 días para lograr lo que no hicieron durante 10 años: regular la publicidad oficial. Esta regulación permitiría sentar las bases del control, límites y transparencia de millones de pesos que se ejercen a través de la contratación de espacios de publicidad en los medios por parte de los gobiernos. Es una bolsa de recursos públicos millonarios que, por el momento, se ejerce de manera opaca y discrecional. Estamos hablando de más de 40 mil millones de pesos a nivel federal.
Estos gastos millonarios sin rendición de cuentas son un terreno fértil para posibles actos de corrupción, y pervierten la relación entre el poder político y el poder mediático. Los medios dejan de ser un contrapeso al poder político y los gobiernos utilizan su poder económico para mantener a los medios dependientes y controlar su contenido.
La reforma político-electoral del 2007 trató de cambiar esta relación viciada. Y por primera vez, entre varias medidas, apareció en la ley la necesidad de regular la publicidad oficial. Pero desde entonces no hubo avances. A pesar de la presentación de una docena de iniciativas ninguna se dictaminó. Por eso la relevancia de contar hoy con una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que ordenó al Congreso regular el uso de la Publicidad Oficial antes del 30 de abril de 2018, y así cumplir con este pendiente.
Sin embargo, la aprobación de una legislación, tan relevante para la vida democrática del país, no sólo debe cumplir con la fecha establecida sino con los más altos estándares internacionales en la materia. Hace más de 20 días un grupo de 85 organizaciones civiles, académicas, expertos, medios de comunicación y periodistas, denominado #MediosLibres, presentamos un decálogo que contiene las bases mínimas para la regulación de la Publicidad Oficial.
Los puntos mínimos que tendría que contener la futura ley son los siguientes: La publicidad oficial no debe desaparecer; se requiere una Ley General que atienda a los tres niveles de gobierno; definir criterios de asignación basados en la idoneidad; máxima publicidad de las autoridades como de los medios de comunicación para contar con una rendición de cuentas eficaz y controlar el uso de la publicidad oficial; transparencia y regulación de la medición de audiencia, circulación, visitas y rating; contenidos de utilidad pública y libres de promoción personalizada; la publicidad oficial debe ser siempre identificable; fomento a la pluralidad y a la diversidad; mecanismos de control eficaces, y uso racional de los recursos públicos.
Es importante recordar que mientras no avancemos hacia la regulación de la publicidad oficial no contaremos con #MediosLibres en el país. Y sin libertad de expresión no hay combate a la corrupción, no se garantiza la equidad de la contienda electoral y se vulnera los derechos humanos.
Justine Dupuy
Coordinadora del programa de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de Fundar
@PubliOficial