Mercedes-Benz diría adiós a su pick up, la Clase X
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El fabricante alemán está considerando dejar fuera de su oferta actual la pick-up, ello con el fin de disminuir costos y optimizar ganancias, además de que las ventas no han sido lo esperado
POR MARCOS BUREAU PARA MOTORPASIÓN MÉXICO
Durante su lanzamiento, la Mercedes-Benz Clase X tuvo un buen recibimiento, a final de cuentas estábamos hablando de la primera pick-up de la familia alemana. Disponible con un motor V6 de serie con opción a un bloque diésel, durante algún tiempo se especuló que la firma alemana estaba trabajando en una versión de cabina extendida, e incluso, que pensaban ponerle bajo el cofre un motor V8, pero ahora parece que todo eso se quedará en meros planes.
Según un nuevo informe dado a conocer por Automotive News, el fabricante alemán está considerando dejar fuera de su oferta actual la pick-up, ello con el fin de disminuir costos y optimizar las ganancias de su negocio, amén de que las ventas de la camioneta no han sido lo esperado por el fabricante alemán.
Con ventas de 16,700 unidades el año pasado en Europa, Australia y Sudáfrica, lo cierto es que la Mercedes-Benz Clase X está muy por debajo de las expectativas y por ende no genera ingresos suficientes para el fabricante. Analistas afirman que las ventas de la camioneta no alcanzaron las cotas esperadas debido, principalmente, a su alto precio.
En Alemania, el precio base para la versión de lujo es de 41,856 dólares, en tanto que el modelo V6 inicia a partir de los 54,759. En comparación, el precio de una Ford F-150 Platinum comienza en 54,920 dólares en Estados Unidos.
Automotive News también nos recordó aquel doloroso recall de la Mercedes-Benz Clase X relacionado a una luz en el área de los pies que podría desprenderse y atascarse debajo del pedal del freno. Al final de cuentas, ese episodio también le pasó factura al fabricante alemán.
Mientras tanto, Daimler redujo su pronóstico de ganancias a principios de este mes por cuarta vez en los últimos 13 meses. Informes afirman que esto se debió principalmente a que el fabricante alemán se está reservando más dinero para cubrir los gastos que puedan surgir por el problema de las emisiones diésel y el asunto de Takata.
