'Medios de comunicación, perdidos en la avaricia y olvidados del sentido social'
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Ningún concesionario abre espacios en los medios masivos de por lo menos una hora al sentido social para el que fueron creados: Profesor César Catache
Acuña, Coah.- La Radio y la Televisión han perdido el sentido social y han dejado, lamentablemente, de contribuir a fortalecer los valores y a enriquecer el respeto y la convivencia familiar, consideró el director de Educación en el Municipio, César Francisco Catache Gallegos.
Dijo que los medios de comunicación, sobre todo electrónicos, actualmente se dedican a “contaminar” el medio ambiente en el que se forman niños y jóvenes, copiando los patrones que ven y oyen generando con ello actos de violencia y adicciones.
Ejemplificó que, en la Televisión, hoy lo que más se ve son telenovelas o series en donde prevalece el desamor, la promiscuidad, la disfuncionalidad familiar, la pérdida del respeto hacia los mayores, hacia los padres; la infidelidad como una cereza en el pastel y la relación con la delincuencia y las drogas en muchas de ellas.
En lo que se refiere a la Radio, el profesor dice que de cada 10 canciones que se tocan hoy, ocho hablan de lo mismo y lamentablemente los locutores contribuyen a que esas piezas logren un buen sitio en el Top Ten, sin contar que hoy los comunicadores gritan y faltan al respeto a los oyentes mencionándolos por sus apodos e incitándoles a compartir información privada, mucha de ella que genera burla hacia la población.
“Esto es entendible porque hoy La televisión y la Radio están perdidos en la avaricia económica y compiten entre sí a ver quién gana más dinero. Se acabaron esos tiempos en los que la familia entera se reunía a escuchar y ver ciertos programas con contenido que contribuían a fortalecer los valores y la sana convivencia”, mencionó.
Añadió que la “globalización” exige a los medios de comunicación a contar con los “mejores” y más “cotizados” programas, pero ningún concesionario abre espacios de por lo menos una hora o dos al sentido social para lo que fueron creados.
“Si bien es cierto que los programas “vulgares” atraen a miles de audiencias y millones de dinero, estos bien pueden segmentarse en ciertos horarios y combinar la “diversión” con el sentido social, aquel que en la década de los 70 y todavía parte de los 80, generaba credibilidad total, tanto de los medios como de quienes estaban al frente de los micrófonos”, afirmó.
Finalmente consideró que hace falta que vuelva la estricta expedición de licencias de locutor a quienes verdaderamente se esfuercen por profesionalizarse y presentar sus exámenes, como se hacía antes porque hoy todo lo que se oye y ve, contamina el medio ambiente.