La verdad detrás de la subida de peso de Mariah Carey

Hace un tiempo ya que viene circulando el video donde Mariah Carey es levantada por sus bailarines en pleno show, vistiendo una ajustada malla fucsia y haciendo equilibrio sobre tacones muy altos. Apenas se mueve al ritmo de la música y se deja llevar por los brazos de sus bailarines. Debo decir que me costó reconocer que era Mariah Carey, pues el video no muestra lo mejor de ella.

El video de su actuación en Las Vegas cantando su célebre hit “Honey” se viralizó. Y no necesariamente porque los fans de Mariah Carey quieran escucharla cantar y verla actuar, sino porque ha sido el blanco de burlas y hostigamiento en las redes, debido al súbito aumento de peso de la cantante. Mariah apenas puede moverse en el video, y lejos de toda broma, ello parece esconder algo detrás.

¿Por qué aumentó tanto de peso?
La vida de los famosos no es nada fácil. Tú estás cómodo en tu casa leyendo esta nota mientras tomas un té con galletas o croissants, mientras que los famosos tienen que pensar dos veces qué es lo que llevan a su boca, pues no sólo se trata de talento, sino que el público también quiere ver belleza.

Desde el comienzo de su carrera, Mariah Carey se ha hecho famosa no sólo por su excelente voz sino también por sus agraciadas curvas. Es cierto que siempre ha tenido problemas para controlar su peso, pero en los últimos meses ésto ha sido demasiado difícil para ella y los resultados están a la vista. Muchos de sus fans están preocupados porque temen que detrás de esa subida de peso, la cantante esconda algún problema psicológico o depresivo.

Según el sitio Baúl de Ideas, la subida de peso se disparó cuando Mariah Carey rompió el compromiso con el hombre con quien iba a casarse. Sus esfuerzos en mantenerse en forma se encontraban estimulados por la fantasía de la cercana boda, pero cuando el compromiso terminó, la comida habría sido su refugio.

Al parecer, la cantante no estaría asumiendo su problema con la comida, puesto que sus allegados afirman que come demasiada comida chatarra y no se ejercita como antes. Si el rumor que corre es cierto, muchas mujeres se identificarán con ella, pues ¿quién no se ha refugiado en la comida ante la pérdida de un amor?

Refugiarse en la comida
Llenar vacíos emocionales con la comida no es algo tan inusual. De hecho, si bien hay ciertas personas a las que se les “cierra el estómago” ante una gran angustia, a otras se les da por comer, pues en la comida encuentran la satisfacción inmediata.

Una teoría interesante acerca de la relación entre la comida y las emociones es la que explica el sitio Glamour. El primer placer que tenemos en la vida es comer, cuando nacemos nos alimentamos de nuestra mamá, y entonces, desde ese momento y durante toda la vida, la alimentación representará ese apego con la madre, y muchas veces al comer recordarás esa sensación de bienestar.

"Cuando alguien nos hiere o se termina una relación de pareja, nos sentimos tan lastimados que comemos como una manera de recobrar aquel recuerdo inconsciente de protección total; nos sentimos tan vulnerables, tan lastimados, que nuestra mente busca una regresión –a través de la comida– a esos días en los que absolutamente nada ni nadie podía hacernos daño", señala el sitio web antes mencionado. Sin embargo, ese placer es momentáneo e inmediato, y necesitas comer más y más para que esa sensación de bienestar continúe.

Cuando solemos tomar este hábito de forma cotidiana, estaremos acostumbrando a nuestro estómago a recibir más y más comida cada vez. Y es entonces cuando la comida la asociamos más al placer que como forma de calmar simplemente nuestro apetito. Este hábito se torna así peligroso, ya que conduce a la obesidad.

Puedes frenar el hábito de comer emocionalmente
Si sientes que te refugias en la comida y no puedes parar de pensar en comer cosas ricas, probablemente estés usando a la comida como un resguardo de tus emociones, o como una forma de ampararte ante algo que te desanima y te deprime en la vida.

El sitio Hablando de Nutrición propone algunos consejos para frenar este hábito de comer “emocionalmente”:

Explora por qué estás comiendo y trata de encontrar una actividad para reemplazar a la comida (salir a caminar, llamar a una amiga, organizar tu cuarto mientras pones música) Inicia un registro o diario de alimentos y emociones (así podrás visualizar qué es lo que comes dependiendo de cómo te sientes ese día) Haz una pausa antes de empezar a comer (Piensa si es que tienes hambre verdaderamente) Busca ayuda profesional No estás solo. La comida es placentera y puedes pasar un buen momento, pero en exceso, puede acarrearte muchos problemas de salud que comienzan con la obesidad. Consulta con un terapeuta y él sabrá guiarte.

Y tú ¿sientes que comes emocionalmente?