La noticia rápida
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En estos días navideños disfrutar con los amigos y los familiares no es fácil lograrlo. La comunicación exterior se facilita con los teléfonos celulares y las redes sociales. Un mensaje recibido por alguien en las reuniones, desvía la atención y muchas veces cambia el rumbo de la plática que se sostiene. Ya sea por una noticia buena o lamentable. Este 24 de diciembre, recibimos la noticia del desplome del helicóptero que trasladaba a la señora gobernadora de Puebla y al senador Moreno Valle. Esto ha causado además de consternación una gran preocupación.
Este año empezamos el primer día con el gasolinazo, en opinión de muchos analistas el país estaba en llamas, y pronto se desataría otra revolución. Se acabó ese linchamiento digital cuando apareció otro asunto que atrajo la atención de los seguidores en las redes sociales y todas las baterías se alinearon para especular sobre los porqués del disparo de un joven estudiante a sus compañeros y a su profesora en un colegio particular en Monterrey.
Hace unos días la atención estaba en el presupuesto, en los recortes y en sí se remendaba el proyecto de presupuesto, o pasaba como lo envió el ejecutivo federal a la Cámara de Diputados. En que AMLO no cumplió en bajar el precio de la gasolina, y en las medidas presupuestarias que implementaron el presidente y los diputados de Morena. Apenas en la mañana del 24 de diciembre nos enterábamos de que ya se había aprobado el proyecto de presupuesto sin grandes cambios y más tarde, ese día, se produce el lamentable accidente en Puebla y toda la atención, cambió.
Mientras tanto las fiestas navideñas siguen su rumbo con las interrupciones y los ruidos que producen estas rápidas noticias y sus repercusiones virales en el Twitter, Facebook, WhatsApp, Instagram entre otras, con sus respectivos linchamientos digitales. Sin duda la pandemia del mundo en esta segunda década del siglo XXI es la que producen las redes sociales en internet, al posibilitar por medio de aplicaciones web, vínculos crónicos entre los usuarios. Es una relación virtual, que en la mayoría de los casos se queda en un grito o reclamo irrealizable al no tener efectos vinculantes. Es decir no siempre pasan a la manifestación pública con un programa de acción determinado.
Lo más preocupante es que esta actividad socava las relaciones familiares o de amistad, y exacerba el individualismo, lo que imposibilita la construcción de una fuerza organizada que incida en el cambio de políticas y acciones públicas en bien de la comunidad. Por otro lado abona al encono y al desencanto social. También a la incapacidad para desarrollar prácticas solidarias y de convivencia, que permitan la reconstrucción del tejido social tan dañado en este mundo híperindividualista.
Manuel Calbet sostiene: “Es posible que Internet haya ayudado al progresivo abandono de la reflexión. No leemos noticias sino titulares, los artículos de opinión son sustituidos por tertulianos con su papel asignado de antemano, resulta imposible concentrarse porque continuamente recibimos estímulos que nos distraen. La información fluye de forma rápida y unidireccional, sin posibilidad de crítica o diálogo. Ya no se distingue lo verdadero de lo falso, sino lo que interesa o no. Si la comida rápida es dañina para el estómago, la información rápida es veneno para el razonamiento. Internet ha dado la posibilidad de expresarse a todo el mundo, pero ha sido aprovechado por el poder para bombardearnos informativamente. En estas condiciones no es de extrañar que hayan coincidido en el tiempo el Brexit, Trump, el nuevo gobierno italiano, el conflicto catalán, el ascenso de las ultraderechas y la victoria de Bolsonaro”.
Hoy las personas se posicionan en política más de forma sentimental que racional, y esto es usado en las campañas, al invocar más a las pasiones que a los argumentos. Ello hace que coyunturalmente los seres humanos hagamos a un lado las preocupaciones mayores, olvidando que requerimos fortalecer la confianza en nuestras potencialidades, escondidas en nosotros mismos, para encontrar soluciones, pues ninguna autoridad lo va a hacer por nosotros. En estos tiempos navideños los seres humanos debemos reflexionar sobre la necesaria compasión por el sufrimiento injusto del mundo y de la naturaleza, para seguir luchando por mejorar siempre la realidad, comenzando por mejorarnos nosotros.
@SalvadorHV