La noche en la que Freddy Mercury vistió de hombre a Lady Di para entrar a un bar gay

Una de las particularidades de la Princesa Diana de Gales, fue sin duda su cercanía y amistad con figuras que no precisamente pertenecían a la realeza. Y es con el boom que ha provocado la película sobre Freddie Mercury, como resurge una anécdota que comprueba que Lady Di no era como todas las princesas.

Medios internacionales afirman que Freddie Mercury, Kenny Everett y la Princesa Diana de Gales estuvieron juntos en un bar gay, pero lo que resultó más interesante es que la madre de los príncipes Harry y William, ingresó al lugar disfrazada de hombre.

La que podría considerarse como "La noche más loca de Lady Di" ocurrió en 1988 y duro solo 20 minutos, sin embargo no se supo hasta muchos años después cuando la actriz Cleo Rocos escribió esta anécdota en su libro «The Power of Positive Drinking» (El poder de la bebida positiva», que toma el título de una canción de Lou Reed).

Después de una distendida cena, Everett, Mercury y Rocos decidieron que era hora de retirarse para ir de fiesta al Royal Vauxhall Tavern, uno de los bares gays más conocidos de la época, famoso por su afluencia y por las peleas que cada fin de semana protagonizaba.

Diana, cansada de no poder hacer vida normal, decidió unirse al grupo para pasar «una noche inolvidable». Y aunque En un principio, sus amigos se mostraron algo escépticos pensando en las consecuencias que acarrearía, debido a la insistencia de la princesa, finalmente aceptaron.

Así que vistieron a Lady Di con una chaqueta militar, una gorra de cuero y unas gafas de sol de aviador para evitar que fuese reconocida.

"Cuando entramos, nosotros sabíamos obviamente que era la Princesa Diana y que podía ser reconocida en cualquier momento. Pero la gente simplemente la ignoró. Ella parecía haber desaparecido. Y eso le encantó", señaló Cleo Rocos.

Al parecer el disfraz funcionó, ya que nadie en el bar hizo comentario alguno sobre la verdadera identidad de Lady Di. "Parecía todo un muchacho", añadió en sus memorias, "un modelo masculino gay bastante excéntricamente vestido".

La princesa y el cantante fueron siempre muy amigos, hasta su muerte de SIDA en 1991, a los 45 años de edad. Tanto Mercury como Everett murieron a causa de la enfermedad.