La Nave Verde al borde del naufragio
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El futuro de Saraperos sigue siendo un enigma, pues Antonio Nerio Rodríguez continúa sin hacer oficial la posible venta del equipo
La Nave Verde continúa navegando por aguas de incertidumbre, pues aún no hay nada oficial por parte la organización que encabeza Antonio Nerio Rodríguez sobre la posible venta del equipo a un grupo de empresarios saltillenses. Lo que es un hecho, es que los Saraperos, bajo el mando del actual “capitán”, siguen hundiéndose en la mediocridad.
No hay que voltear muy atrás para darse cuenta que pase lo que pase, especialmente si la transacción vuelve a frenarse como ocurrió con Multimedios —algo que el mismo Nerio Rodríguez confesó—, al día de hoy ni siquiera hay un mánager que tome el timón del equipo para la Temporada 2019, la cual está a 52 días de iniciar para los Saraperos (5 de abril, visitando a los Acereros de Monclova).
Desde su llegada a la organización de la capital coahuilense a finales del 2014, Nerio Rodríguez ha visto sólo un playoffs, fue en su campaña debut (2015) cuando lograron ir a la postemporada como tercer lugar de la Zona Norte, con récord de 57 triunfos y 52 derrotas, pero poco duró el gusto, pues los Acereros los eliminaron en 7 encuentros. La campaña previa, con Jorge Dávila Flores como presidente, Saraperos peleó el comodín ante Laguna, pero fue blanqueado por pizarra de 5-0.
A partir de ahí quedó atrás el recuerdo de la Era Ley y el histórico Bicampeonato —este año se cumple una década del primer título de la Nave Verde en la LMB—, además de un equipo aguerrido y protagonista que imponía respeto en el Norte.
Del 2016 al 2018 (con par de campañas), sólo se han sumado dolorosos fracasos para la afición, pues la mejor actuación fue en la Primavera del ciclo anterior con un quinto puesto.
Además de los resultados negativos, destaca el desmantelamiento del equipo con la salida de piezas clave (por decirlo de la mejor manera, muchos de ellos fueron vendidos, cedidos y hasta ‘retirados’), jugadores ícono de la institución que dejaron huecos difíciles de cubrir. Y no sólo los que defendían la franela en el terreno, sino también derechos de retorno que hoy ya no lo son.
Los números hablan por sí solos, mientras el tiempo corre y la incertidumbre continúa y la afición se impacienta... que venga lo que tenga que venir, pero que sea pronto.