La casa de Jack
COMPARTIR
TEMAS
El controvertido cineasta danés Lars Von Trier comenzó a dar de qué hablar desde mediados de los 90 cuando, en ocasión del aniversario del centenario del nacimiento del cine, encabezó el movimiento Dogma.
Dicho movimiento de basó en un manifiesto denominado “Dogma 95” que estaba conformado por diez estatutos que firmaba Von Trier junto a otros colegas cineastas y compatriotas suyos en el cual denunciaban que el cine particularmente hollywoodense se había corrompido a tal grado que la mayoría de las películas producidas en la Meca del Cine para replicarse en otras cinematografías que se había perdido la esencia del quehacer cinematográfico como arte en sí y por ello cuando menos ellos como colectivo iban a procurar retomar sus orígenes como arte para imprimirlo en sus respectivas obras.
Debido a lo antes expuesto, el cine de Von Trier, a pesar de haber sido reconocido (aunque también hasta vapuleado) en algunos de los más importantes festivales cinematográficos del mundo había limitado sus proyecciones en los cines de la ciudad como parte de las Muestras o los estantes de las secciones de arte de los hoy desaparecidos videoclubes hasta esta última semana cuando el más reciente filme del cineasta se ha estado exhibiendo en una sala de Saltillo coincidiendo con su inclusión en la lista de las 10 mejores películas del 2018 de la prestigiada publicación francesa Cahiers du Cinema.
No es para menos porque “La Casa de Jack” (“The House that Jack Built”), la película en cuestión, es la mejor película de Lars Von Trier en este milenio porque aunque está ubicada en los años 70 puede aplicarse al contexto apocalíptico de nuestra sociedad actual al seguir el proceso que lleva un asesino serial llamado Jack (Matt Dillon) en un período de 12 años y cinco “incidentes” en medio de los cuales combina la construcción de la casa ahora sí que de sus sueños porque aunque es de oficio según él ingeniero en su naturaleza es un psicópata responsable de varios asesinatos que incluye entre sus víctimas a mujeres y niños.
Teniendo el antecedente de Lars Von Trier siendo “el niño terrible” del cine contemporáneo por ser desde misógino hasta inmoral por títulos que incluyen “Ninfomanía” y otros más, Jack puede considerarse por mucho la película más personal a la fecha del cineasta por ser obviamente el personaje como su alter ego, un artista que en su caso en su siniestra arquitectura vamos conociendo a través de su punto de vista cómo crea con su casa su obra maestra a costa de la destrucción de todo a su alrededor … aunque para sus adentros él es el ser humano más “normal” en su entorno donde los monstruos son los demás y no él.
Por todo lo anterior, “La Casa de Jack” si bien no es para todos los gustos con el paso de los años no sólo será una obra de culto como otras de su autor sino una que aunque tiene en su discurso e imágenes ecos de obras clásicas como “La Divina Comedia” de Dante Alighieri pero también combina la realidad de una sociedad donde la ultraderecha parece no dejar lugar a un libre pensamiento y propicia el surgimiento de personajes siniestros como Trump y su gorra roja de “Haz a los Estados Unidos grande otra vez” que no es gratuito utilice Jack en uno de los asesinatos de mujer y niños … todo por el “bien común”, según él. Si es de estómago fuerte y mente abierta no la deje pasar y no se la pierda.
Comentarios a: galindo.alfredo@gmail.com, Twitter: @AlfredoGalindo