La base del progreso es el conocimiento

El conocimiento tiene su punto de partida, decimos que en Occidente, en la filosofía griega. Pero existen otras alternativas como la ciencia china, la mesopotámica, la egipcia y por supuesto, la pre-colombina. Dice Aristóteles que la ciencia es el conocimiento universal de las cosas, por tanto la ciencia se aprende en la escuela o en el mundo. Su función específica es la adquisición de conocimiento, que es la búsqueda de la verdad. Para Karl Pooper el origen de la ciencia es la existencia de un problema que hay que resolver, pero añadirá, que  el origen de la ciencia no es la existencia de un problema, sino miedo. Es decir, cuando nos sentimos amenazados, cuando nos sentimos inseguros, cuando vemos que todo es caótico, el hombre busca poner orden y es así como aparece la ciencia; como un intento de descubrir la verdad, o como un conjunto de conocimiento del mundo. 

La observación y el levantamiento de registros realizados de forma sistemática se heredan de la cultura mesopotámica, mientras que los pre-socráticos fundamentaban sus búsquedas en principios físicos. Pitágoras utiliza un lenguaje formal y matemático. Epicuro es el gran pensador del imperio, Sócrates, Platón y Aristóteles en la filosofía y en la polis, Heródoto en la historia y la geografía e Hipócrates en la medicina.
Otro momento importante de la ciencia se vive en la escuela de Alejandría con Ptolomeo y el paradigma geo-centrista. Pero hay algunos que dicen que la ciencia se da propiamente en el renacimiento. La ruptura renacentista supone la ruptura con la ciencia antigua y medieval. Aparecen Bacon y Galileo y a través de las matemáticas se busca universalizar las ciencias. Bacon pone de manifiesto la búsqueda del dominio de la naturaleza, donde el motor de la ciencia es la curiosidad. Aquí aparece el método experimental. 

Galileo por su parte matematiza la naturaleza. Descartes a través de un conocimiento cierto basado en la existencia indudable de un sujeto pensante deja el papel de la experiencia en segundo plano. Aparece Copérnico con la teoría heliocéntrica y posteriormente Newton con sus leyes sobre el movimiento. Hume comienza el camino hacia el empirismo afirmando la importancia de los hechos frente a las interpretaciones. Kant intentó una síntesis entre ambas cosas. Sin embargo, más tarde Augusto Comte con el positivismo afirma que el conocimiento científico es la base del progreso y del orden social. 

Todo esto prepara lo que se conoce como el Círculo de Viena, donde se dice, aparece la ciencia moderna. Se pasa del positivismo lógico al empirismo lógico. Schlick ofrece como criterio científico el concepto de verificabilidad. Dentro de la escuela hay personajes como Rudolf Carnap y Sigmund Freud. Karl Popper rechaza el verificacionismo como método de validación de teorías. La tesis central de Popper es que no puede haber enunciados científicos últimos, es decir, que no puedan ser contrastados o refutados a partir de la experiencia. Propone un método científico de conjetura, por el cual se deducen las consecuencias observables y se ponen a prueba. Le sobreviene Thomas Khun que afirma que la ciencia es de carácter revolucionario y que no progresa por simple acumulación de conocimientos. La reflexión continúa con Lakatos y al tiempo Feyerabend que critica el método científico, dice que en la ciencia todo vale.En síntesis, todo el despliegue tecnológico y científico que ha llegado hasta nuestros días, justo proviene del llamado siglo de las luces. 

Por tanto, se hace trabajo científico para transformar la realidad y para modificar el estado de las  cosas. Todos los pensadores y científicos de los que ya se ha hablado aquí y otros tanto más que no se han citado, lo hicieron en su momento. 

En nuestro caso, México como país miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), es de los que menos invierten en investigación y desarrollo. Es cuestión de ver el nivel académico que tienen la mayoría de nuestros servidores públicos para entender el lugar que ocupa el conocimiento en las políticas públicas y en la agenda nacional.

Del Producto Interno Bruto (PIB) que en 2016 fue de 1,046 billones de pesos solamente el 0.43% se dedica a la investigación. Piense en los países desarrollados y en la calidad de vida que tienen, por supuesto, los niveles de investigación son muy altos. Los países que más invierten en investigación y en producción científica son Israel, Corea, Japón, Finlandia y Suecia, del 4.21 al 4.15 del PIB en ese orden. Alemania, Inglaterra y Estados Unidos invierten en investigación el 3% de su PIB, no requieren más.

Se investiga para lograr la generación, la articulación, la  interpretación  y  la  construcción  de datos  o conocimientos referentes al objeto estudiado, pero particularmente, para cambiar el estado actual de las cosas. La ciencia busca leyes universales y necesarias que permitan la explicación o comprensión de los fenómenos, la tecnología pretende llegar a lograr innovaciones que auxilien al ser humano en la transformación de su entorno. 

Un gran compromiso tenemos quienes nos dedicamos al tema de la incentivación del conocimiento en nuestros chicos, porque sigue en juego el futuro de nuestro país. Un gran compromiso tiene los estudiantes de todas las universidades, porque hoy más que en otro tiempo tienen alcance a través de las tecnologías de información el conocimiento.

Sin lugar a dudas, la ciencia es el principal motor del progreso de las sociedades modernas, si no se produce no hay desarrollo. Ahí están las respuestas. En el período del llamado milagro mexicano, el país producía, posterior a la llegada del libre mercado nos convertimos en maquiladores y en consumidores compulsivos. La no producción de conocimiento nos ha vuelto dependientes, de quienes si lo producen, improductivos, maquiladores y pasivos. Conocimiento, desarrollo, orden y progreso tienen una liga íntima. Definitivamente, el conocimiento empodera.