Fiscalía Anticorrupción: ¿comenzará a dar ‘frutos’?
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Una de las instancias del Sistema Anticorrupción del Estado es la Fiscalía Especializada en Delitos por Hechos de Corrupción, cuya tarea es muy concreta: investigar las conductas que se presuma violan la ley por no apegarse a los criterios de honestidad que deben regir el servicio público, enderezar causas penales contra quienes se considere han incurrido en conductas indebidas y lograr que los jueces les condenen.
Vale la pena precisar aquí, que el trabajo de la Fiscalía no es simplemente “poner gente tras las rejas”, sino lograr que los actos de corrupción sean castigados. Y el castigo a un acto de corrupción puede venir en múltiples presentaciones, no solamente la prisión.
Más allá de este matiz, lo que debe estar perfectamente claro es que la razón de ser de la Fiscalía es sólo una: abrir carpetas de investigación, presentar acusaciones ante los jueces e iniciar procesos penales en contra de quienes se considere han violado la ley.
Si la Fiscalía que dirige Jesús Homero Flores Mier no hace esto, daría entonces lo mismo que no existiera, o acaso sería incluso preferible cerrarla, pues la ausencia de causas penales por hechos de corrupción querría decir que nadie está incurriendo en ese tipo de irregularidades.
El comentario viene al caso a propósito del reporte que publicamos en esta edición, relativo a la obtención, por parte de la referida Fiscalía, de un auto de vinculación a proceso en contra del exalcalde de Sabinas, Lenin Flores, y dos colaboradores a quienes se acusa de desvío de recursos provenientes de la feria de aquel municipio.
Resulta importante recordar que el de Sabinas no es el único exalcalde en contra de quien se han enderezado procesos penales.
Además de él, la Fiscalía General ha abierto carpetas de investigación contra Juan Francisco González, de San Pedro de las Colonias; Evaristo Lenin Pérez, de Ciudad Acuña; Amador Moreno, de Frontera, y Salvador Ricardo Lozano, de Jiménez, así como de quienes tuvieron a su cargo la Tesorería municipal durante sus administraciones.
El sabinense es, sin embargo, el primero que es vinculado a proceso y a quien se le aplicó, como medida cautelar, la colocación de un brazalete electrónico, a fin de garantizar su presencia en el juicio e impedirle que interfiera con los trabajos de preparación del mismo.
Hay que saludar, sin duda, el hecho de que el trabajo de la Fiscalía Especializada se traduzca hoy en la obtención de una primera vinculación a proceso. Paralelamente, sin embargo, habría que recordar que los señalamientos públicos en contra de funcionarios y exfuncionarios estatales y municipales son muchos, y que la ciudadanía no recuperará la confianza en las instituciones por el sólo hecho de que hoy exista un exalcalde vinculado a proceso.
Y no puede recuperarse la confianza porque, por un lado, el proceso judicial apenas inicia y, por el otro, porque en tanto no atestigüemos un auténtico “diluvio” de procedimientos de este tipo, mediante los cuales se persigan a los funcionarios corruptos de todos los signos partidistas, resultará difícil creer que las cosas van en serio y que la corrupción va a ser eficazmente combatida.