Estimada Ana 25/05/18
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Ayer nos enviaron de la escuela de mi hijo un ultimátum en donde exigen que le cortemos el pelo o si no el niño ya no podrá entrar a clases. Al leerlo me molesté al principio porque creo que esta solicitud saca a flote percepciones, fobias y vicios sociales que uno a veces pretende que ya han sido superadas en nuestro país.
No es mi idea hacer una exposición legal porque no soy experta en la materia, pero sí deseo dejar claras algunas cosas.
En primera instancia, hay que entender que los derechos constitucionales son irrenunciables y en la Constitución se señala muy claramente: “Queda prohibida toda discriminación motivada por […] el género […]”. Un reglamento escolar que señala restricciones distintas para niños y niñas, claramente discrimina (diferencia, pues) por género.
Si la regla se derivara de alguna necesidad didáctica y no diferenciara entre niños y niñas (por ejemplo: si dijera que el corte de cabello debe mantener descubierta la vista) ya no discriminaría por género. Pero no es el caso: la regla es claramente discriminatoria por género.
En segundo lugar, y cito, “el orden de prelación de las normas mexicanas pone en el cénit legal a la Constitución (que, incluso, señala que debe modificarse lo que sea incompatible con los Tratados Internacionales); luego las Leyes Generales (es decir, las que rigen temas en que el Congreso federal está autorizado a legislar para su aplicación en todo el país); después, las Leyes específicas y estatales (las que emiten los Congresos de los estados); luego los Reglamentos de Ley y, muy hasta el final, los acuerdos entre privados. Si una Ley estatal prevé algo que es incompatible – o va más allá de lo señalado por – la Constitución federal, esa parte es susceptible de ser declarada inválida, y así sucesivamente”.
De manera que en el momento que enviaron un mensaje aduciendo que tengo que cortar el cabello de mi hijo porque esto es parte del reglamento se pasa por alto que el reglamento escolar, al ser un contrato entre particulares, se tiene que ajustar a lo que dice la Constitución en materia de derechos.
Creo que condicionar la educación a un corte de cabello supone estereotipos de género, ya que a los niños se les permite llevar a el cabello corto y a las niñas largo.
Cuando el estereotipo es social, en este caso, relativo al género, el que regula el ejercicio de algún derecho, inevitablemente se termina por vulnerarlos.
Quisiera saber su opinión al respecto.
Mamá molesta
Querida Mamá molesta:
Toda tu exposición me parece un análisis acertado y necesario. Las escuelas deben ajustar sus reglamentos a lo que expone la Constitución en cuanto a derechos.
Ahora bien, tradicionalmente los niños han llevado el cabello corto, pero como dices tu, creo que solo tendrían que hacer la petición si éste les cubre los ojos.