El salero de AMLO
COMPARTIR
TEMAS
Gracias por leerme y atender estas pálidas letras, señor lector. Hartos, hartos comentarios me siguen llegando cuando aparece esta saga de textos que tienen un común denominador: abordar, desplumar la unción con pompa, boato y te deum, del crucificado de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México y junto con él los cientos de funcionarios que ganaron, arropados en su movimiento de Morena, una diputación, una senaduría, una Alcaldía, una gubernatura. Insisto, tome usted lo que considere pertinente de estas exégesis y deseche como bagazo todo lo que no sirva y diga usted que es insustancial. Yo en lo personal, usted lo sabe, ni me va ni me viene nada. No soy priista, no soy perredista, no soy morenista (¡Dios me libre de semejante estupidez!), no soy panista de confesionario, no soy independiente (lo que eso signifique al día de hoy)… soy escritor y periodista. Sólo eso y no aspiro a nada más en mi patética existencia terrena. Fin.
Avanzamos en este sucinto análisis de ese nazareno que hoy ya araña el cielo, AMLO y su agrupación o movimiento político y con él, cientos de ganadores que van a “gobernar”. Hace poco le platiqué aquí de ese pensador al cual si le gira la piedra, es decir, le funciona la neurona que Dios le asignó. Giorgio Agamben habla en uno de sus textos esclarecedores de la creciente “despolitización” de la ciudadanía. Lo comprobamos en México ahora que terminaron las elecciones: cientos, miles de anuncios en radio, televisión y redes sociales hartaron a todos. Los ataques y filtraciones de audios y documentos fueron la tortilla cotidiana, no así un cierto proyecto de nación que ningún candidato tenía listo; AMLO tampoco. El periodo tan largo de campañas obligó al hartazgo social, y al final de cuentas y como siempre, el desdén en las urnas. Giorgio Agamben habla de que la política como una actividad cotidiana y participativa que hasta hace poco se convirtió, o se limita hoy, en un mero estatus jurídico y el ejercicio de ir a votar, algo tan parecido ya a una encuesta de opinión.
Y aplicando encuestas de opinión es la actividad con la que quiere gobernar AMLO (¿Recuerda usted a Hugo Chávez y hoy a Nicolás Maduro en Venezuela?); no con debates, participación legislativa, números o dictámenes serios y ejecutivos (el nuevo aeropuerto de México, por ejemplo) o respeto a la soberanía de cada Estado (ha impuesto un “Virrey” a cada Estado). Pero vaya, AMLO sabe lo que hizo con su efecto multiplicador y al canalizar el voto del hartazgo y la amargura. AMLO sabe que vive entre jodidos y los jodidos no leen, ni se preparan (no todos). Por eso a la masa de mexicanos que votaron por él y Morena, sólo se les pudo ocurrir eso: una estupidez. Las bellaquerías iniciarán cuando tome las riendas en diciembre.
ESQUINA-BAJAN
Se votó por AMLO y Morena a ciegas (la ignorancia, pues, no obstante que estos se asumen “progres”, lo que eso signifique). Lo voy a probar. Ante la corrupción del PRI, la cobardía del PAN y la aún escasa presencia del PVEM y MC, sólo quedaba el crucificado y su discurso de santo, honrado y errante en el País como un ejemplo de su pureza y virtuosismo. ¿O usted votó por la trayectoria, altura intelectual y dotes probadas de liderazgo de Marcela Alexis, Eva Galaz, Francisco Borrego, María Guillermina Alvarado, José Luis García, Melba Farías, José Ángel Pérez, Santiago González Soto, Armando Guadiana? Sea honesto y no consulte Internet. ¿Usted votó por alguno de ellos, en base a qué tomó su decisión y los privilegió con su voto porque los conoce, sabe qué libros leen, conoce sus negocios y trayectoria académica e intelectual? ¿Sabe si son ganadores de una diputación o senaduría?
Se votó por Andrés Manuel López Obrador y sus acólitos como se hubiese votado por un salero. Vienen las pruebas, siga leyendo por favor. De hecho, AMLO quiere acólitos, prosélitos, claques, no seres humanos inteligentes a su lado. Por eso seleccionó como candidatos a… saleros. Acabemos esta triste y pinche charada por el momento, aunque regresaré al tema: la señorita está de rechupete, de muy buen ver, excelentemente buen ver. Tan es así, que siempre es noticia. Arden las redes todos los días con su presencia fotográfica y claro, con sus diminutos atuendos. Es conocida como la “chica del clima”. Anda de viaje en varias playas no de México sino del mundo, manda besos a todos sus admiradores y sus atributos los tiene muy redondos y en su sitio. Minifaldas, bikinis, e incluso toples, son diarios y recurrentes.
Es la “chica del clima” para la filial de Televisa en Tamaulipas, es Marcela Alexis quien compitió por una Diputación Federal por Morena. Cuando se supo de su candidatura, le cayeron a palos a la bella de la televisión. Se le cuestionó agriamente que ésta era sólo un florero y no sabía nada de nada, jamás había leído un libro y cosas por el estilo. Pero por Dios, a quién le interesa eso, en fin; por lo pronto lo dejamos de lado. La niña buenota, Marcela Alexis de Morena, retiró su candidatura y no hizo campaña… ¡y ganó el día de la elección! No es broma. Ahora justamente reclama ser Diputada Federal por Morena. Es decir, da igual si hubiese sido un salero en la boleta, a la gente no le interesaba. Los de Morena no saben leer.
LETRAS MINÚSCULAS
De risa loca este País, pero bueno. ¿Usted reconoce en la lista a los diputados morenistas de Coahuila o son de Tamaulipas o son de Nuevo León?