Pinacoteca de Saltillo 'resguarda' pintura de la Serie Narcos: México

El capo y el arte 

Si usted ya la vio, lo sabrá: en capítulos que recrean el auge y caída del primer cartel trasnacional de la droga en México durante la década de los ochenta, se muestra el gusto del capo Miguel Ángel Félix Gallardo (encarnado por el actor Diego Luna) por el coleccionismo del arte mexicano. Varias escenas lo retratan encarando difíciles decisiones o momentos de reflexión junto a coloridas imágenes en grandes formatos: en una de ellas un indio cabizbajo y semidesnudo se muestra con potente color. La línea, la paleta, el motivo parecían revelar una obra de Saturnino Herrán en toda forma. Sin embargo, el torpe acabado en el trazo y lo brillante de su color desdecían el estilo original. “Parece una copia”, concluimos Aldan y yo. 

La trama, las preguntas 

En la trama seudo documental la mujer del capo asiste a una galería privada donde encuentra las piezas restantes del tríptico y decide comprarlo para regalárselo a su esposo, y más que nada, para revelarle el conocimiento de sus secretos poli amorosos. La obra de Herrán en el desenlace del drama se vuelve símbolo y clave: ante la persecución y caída del criminal, así como la destrucción de su imperio, una secuencia es brutal: los agentes que casi lo atrapan, irrumpen en su hotel y destruyen el arte amado por él. Aldan, quien dirige un periódico en Aguascalientes –de donde era nativo Herrán- y que es un hombre culto y uno de los lectores más acuciosos que conozco, empezó a inquirirme, si esa no es la obra original, y tampoco está en el acervo de acá, entonces ¿Dónde está? Las versiones fueron y vinieron: en una retrospectiva reciente de Bellas Artes no recordaba su inclusión. Flavio Becerra, fotógrafo lagunero y artista él mismo, amante de la obra del hidrocálido deslizó: “tengo un catálogo donde se menciona que posiblemente está en Saltillo”. Yo recordaba una obra de Herrán en el Banco Purcell, pero no era ésta. El misterio fue aumentando.

La leyenda de los volcanes 

En el timeline de Aldan alguien mencionó la Pinacoteca del Ateneo. Entonces, me decidí a investigar y volver luego de décadas a la umbría Pinacoteca. Y sí. Efectivamente, “La leyenda de los volcanes”, tríptico realizado por Saturnino Herrán entre 1910 y 1912 se encuentra desde hace casi un siglo en la Pinacoteca del Ateneo Fuente, en la ciudad de Saltillo. Pero, ¿Cómo llegó hasta aquí? 

Alumno destacado de la Academia de San Carlos, Herrán, quien moriría prematuramente a los 32 años en 1918, y a quien el poeta López Velarde consideraba uno de sus mejores amigos –le dedicó su poema El minuto cobarde: “Mi sufrimiento es como un gravamen de rencor, y mi dicha como cera…”– lo habría donado a su alma mater. Poco después, bajo el periodo de Rivas Mercado, éste habría decidido reducir la colección de la Academia, donando una parte de su acervo al entonces gobierno del presidente Venustiano Carranza, personaje que inauguró la primera exposición del pintor recién fallecido, aquel mismo año. Desde entonces, la obra ha sido solicitada para diversas exposiciones que han conmemorado su inmenso arte. Actualmente, usted puede apreciar la pieza, que incluso ha sido catalogada como una de las “10 pinturas universales de México”. El tríptico de óleo sobre tela de poco más de 2 x 4 metros puede disfrutarse en la Pinacoteca del Ateneo y es afortunadamente -desde hace casi un siglo- parte de nuestro acervo cultural, y no motivo de goce solitario para los delirios de un criminal.

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