El agua subió y Margarita y su familia tuvieron que refugiarse en un albergue
Esta es la historia de una de las miles de daminficadas por las inundaciones en la Región Laguna de Coahuila
Torreón.- El agua subió y subió, cuenta Margarita Rodríguez Villegas una de las miles de damnificadas por las inundaciones en Torreón y quien pasó la noche junto a su esposo y dos hijos en uno de los albergues habilitados por los gobiernos.
Vecina de la colonia Santiago Ramírez, Margarita y su esposo decidieron el domingo que tenían que salirse de la casa. Llegaron al albergue de la Unidad deportiva Torreón, donde 26 adultos y 14 menores pasaron la noche porque sus casas terminaron anegadas.
“A mediodía de ayer (domingo) subió y subió el agua. En la casa me llegaba arriba de la rodilla pero en la calle arriba de la cintura. Perdimos todo”, relata Margarita mientras acomoda las cobijas que utilizó para dormitar en las colchonetas del Gimnasio.
Dice que desde el jueves no dormía. Desde ese día la lluvia que caía a cántaros empezaba a colarse como humo en la vivienda, ubicada en la calle Rincón del Macho, la calle más afectada de la colonia Santiago Ramírez. Luego vino la lluvia del viernes y el nivel del agua subía. “El sábado en la noche fue la que más afectó”, menciona.
El agua subió y subió. Pasó el camión de los soldados, tomó las actas de nacimiento y papelería, sacó tantita ropa de sus hijos y trepó a su hija de 15 años y su pequeño de 8 años.
“Perdimos todo: cocina, camas, refri, estufa, la ropa de ellos, mi ropa. Pedimos una solución, qué va a pasar”, reclama la vecina.
Dice que la ayuda está bien, se acepta, pero lo que más quiere es que las autoridades le den una solución a los problemas de inundaciones, pues asegura que en esa calle donde ya tiene 16 años viviendo, las crecidas del agua ocurren todos los años.
Margarita y su esposo trabajan en un taller de costura pero no pudieron avisar al patrón que se hallan damnificados en el albergue. “Mi esposo anda en otro lado, a ver si nos movemos y nos recoge. Todavía sigue el agua. Mis vecinos no sé para dónde se fueron, si siguen ahí y se quedaron para que no robaran”.