Duro con el muro

Estoy a favor del muro. No seguir negando la realidad. El muro es prerequisito para destrabar la parálisis legislativa. Más de veinte millones de ilegales con residencia clandestina se beneficiarían. Abogo por un muro con una regularización justa, dentro de la ley y el orden.

El Gobierno de Trump está obligado a actuar con bases fácticas, y a ignorar las negativas saboteadoras de sus malquerientes demócratas. Aquí van las realidades que opino sustentan el muro, con o sin permiso del Congreso.

1.- Estados Unidos es un imán para migrantes. Admite legalmente a un millón al año, pero sigue sobredemandado por cientos de miles de extranjeros desesperados. Estos tienen dos caminos: el “overstay” de la visa turística, o arriesgar la vida y contratar coyotes que los crucen sigilosamente.

2.- La crisis es permanente. No hay control de la frontera. Los “overstays” y contrabandeados suman más de veinte millones. La falsificación masiva de afiliaciones al “social security” está desbordada.

3.- Llegó la crisis humanitaria, porque inusitadamente familias completas piden asilo usando mañas, con trescientas mil personas aguardando su audiencia. Añadan decenas de miles de niños solos. Los refugios saturados allá; y México hospedando a los atorados acá.

4.- Otra gran anomalía. Cuatrocientos capturados recientes cruzando el Bravo, ¡son provenientes de Africa, China, Bangladesh, Pakistán, etc.! (¿Somos trampolines?)

5.- Dos cárteles mexicanos coludidos con autoridades venales, compiten por el jugoso cruce por Reynosa. Sus víctimas pagan lo que sea; una de cada tres mujeres son violadas. Luego los sicarios se matan e incineran entre ellos, peleando el botín de millón y medio de dólares por semana.

Existen dos lados del muro, el correcto y el incorrecto.
Correcto es defender la soberanía. Incorrecto es perder control de la frontera. Esto vale para ambos países.
Correcto es un muro para evitar cruces ilegales; incorrecto coyotes y carteles lucrando con el desorden. Abandonar a migrantes cuyos esqueletos pululan el desierto inclemente. 

Correcto, los líderes mexico-americanos que unánimemente apoyan el muro para conseguir una legislación regularizadora. Incorrecto, los cínicos liberales y sus “fake news” paleros que promueven fronteras abiertas pero auspician el negocio de despachitos y asociaciones pseudo defensoras de derechos humanos.

Correcto, los mexicanos preocupados por los daños psicológicos de los niños mexicanos separados de sus padres escondidos en USA. Incorrecto, el mexicano que asesinó a un policía por una detención de tránsito; y otros que burlan sus deportaciones.

Correcto, los agentes de la guardia fronteriza que realizan su trabajo con trato humanitario. Incorrecto, los funcionarios públicos mexicanos que no resguardan debidamente las fronteras mexicanas.
Correcto, servidores públicos como José Martín Carmona (Tamaulipas) que atiende, orienta y traslada hasta su lugar de origen a los mexicanos deportados. Incorrecto, el Gobierno de El Bronco que se sordea con los paisanos y deja toda la carga a Cabeza de Vaca.

Correcto, es dar argumentos para sostener una solución integral. Incorrecto, es tomar posturas parciales y contradictorias. Demócratas que votaron decenas de miles de millones, hoy no quieren dar un dólar para el muro. Lo que sea para bloquear a Trump. 

Mientras tanto, una cuarta parte del Gobierno USA sigue cerrado, en un juego de la gallina, a ver quién se raja primero. Trump trae el apoyo de los senadores republicanos; y puede vetar cualquier presupuesto que no cubra el muro.

El Presidente Trump goza de facultades expresas para declarar una emergencia. Podría canalizar recursos del presupuesto de defensa para seguir con el muro (barda, barrera metálica, etc.) Si los líderes del Congreso Schummer y Pelosi no ceden, es muy posible que Trump corra un riesgo político calculado. Además, no tendría de otra.

La política es contraintuitiva, pero los “dems” no aprendieron. Si Trump hace el muro a la brava, ganará la reelección 2020 dos a uno. Con o sin apoyo, él está duro con el muro.

javierlivas@prodigy.net.mx