Despotismo iletrado y rapaz

Se aproxima el fin de un régimen que será inscrito como el más corrupto en toda la historia de Parras de la Fuente, un cacicazgo encabezado por el analfabeta Evaristo Madero Marcos y solapado por la marca Moreira que, hasta el último momento, pretendió prolongar este nuevo “maderismo” que no es precisamente una ideología, sino un sistema de dominación basado en la corrupción, el saqueo y la impunidad.

Se trata pues de un “maderismo” espurio y rapaz que siempre será un estigma para toda la familia Madero de la cual surgió este cacique ambicioso y venal que, por el hecho de haber “destapado” a Humberto Moreira, se convirtió en valido absoluto del poder estatal en Parras, con derecho a tierras, vasallos y pernada Así la aberrante concesión.

¿Y acaso todos los ilícitos cometidos por este sátrapa quedarán sin castigo? Latrocinios que debemos recordar para evitar el olvido, que siempre ha sido el primer paso hacia la impunidad.

Porque si alguien piensa que este régimen corrupto ha sido liquidado, se equivoca. Evaristo Madero Marcos seguirá en el Cabildo como regidor vigilante de sus intereses, de todos los abusos cometidos en su largo régimen de despotismo iletrado, con el riesgo de que el esperpento, en base a su sospechosa riqueza, le voltee el Cabildo al alcalde electo Ramiro Pérez Arciniega comprando regidores, como sucedió en el Congreso local con la compra de los legisladores “samuelistas” o en el Congreso de la Unión, con la adquisición por parte de Morena de los diputados Verdes, siendo esto una práctica común en todos los parlamentos. Eso que ni qué.

¿En qué se debe investigar a los déspotas iletrados de Parras?

En primera instancia es necesario recuperar el mercado municipal que Evaristo entregó a sus compinches. Un despojo del cacique y su contador Paulino.

Auditar la carretera “El Capricho”, una obra que se construyó con recursos públicos en beneficio exclusivo de una de las propiedades de Evaristo.

Abrir carpeta de investigación sobre los ranchos nogaleros de Evaristo (a nombre de su esposa Elisa Murra) y su contador Paulino, su facturación apócrifa millonaria comprada a un despacho de Nuevo León.

Indagar si los recursos federales etiquetados a Parras llegaron al municipio o si Rubén Moreira se quedó con ellos y por eso mismo solapó a los ladrones.

Indagar a las “asociaciones civiles” (todos parientes de los sátrapas) que nunca rindieron cuentas de la Feria de la Uva e investigar la compra de un terreno para la feria de costo millonario (¿el “Coco” y Paulino?).

Y nos falta espacio para citar los actos de nepotismo, los “aviadores”, los altos sueldos de Paulino, los atracos de las “primeras damas”, el enriquecimiento de la tesorera Murra y Mezquitic, los pensionados sin derecho, la renta de camiones para basura y de pozos al Simas, la facturación del restaurante “Evaristo”, el tráfico de bienes muebles e inmuebles municipales, las bardas faraónicas pagadas con el erario y el monto de la deuda. Asimismo, las concesiones de trasporte recién liberadas ¿También se las robarán el cacique, Paulino y los voraces regidores?