Corea, potencia; México, estancado
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En el libro ‘Corea y México, dos estrategias de crecimiento con resultados dispares’ (El Colegio de México 2018), editado en coautoría por José Antonio Romero Tellaeche, exdirector del Centro de Estudios del Colegio de México y Julen Berasaluce, se encuentran muchas respuestas a preguntas que nuestros presidentes contestan con demagogia.
Romero Tellaeche defiende la planificación económica sin sustituir el mercado. En el libro se compara, con fundamentos sólidos, la diferencia en el crecimiento de México y el de Corea del Sur en las últimas décadas.
México –más rico– ha crecido por habitante sólo ligeramente superior al 0.7 por ciento en el período. Corea ha logrado un salto exponencial de desarrollo, hasta el punto de haber logrado acceder al selecto club de las 30 naciones con mayor renta per cápita en el mundo.
¿Por qué México crece por debajo de su potencial? Porque optó por la estrategia fallida; México dio por hecho que el libre comercio iba a generar por sí solo el crecimiento y que de la inversión extranjera se iba a transferir la tecnología a México. Cosa que nunca sucedió.
México exporta mucho, pero permitió a Estados Unidos traer todos los insumos que quisieran ensamblar. China y Corea, en cambio, no basaron su crecimiento en inversión extranjera sino en la nacional. Cuando China y Corea empezaron a admitir inversión extranjera la obligaron a asociarse con inversionistas nacionales. De esa forma es como crecen las cosas.
Es de locos subsidiar investigación que luego es patentada en otras partes del mundo. La industria nacional (mexicana) prácticamente ha desaparecido, toda está en manos de extranjeros. La única razón de ser es exportar al mercado extranjero; México debería ya pensar en proteccionismo selectivo y reindustrialización nacional con visión a largo plazo.
A la inversión extranjera no le pidieron en 1964 ni hoy, 2018: requisitos de exportación con contenido nacional ni asociarse con inversionistas me-xi-ca-nos. En México no se concibe, ni siquiera como concepto de política industrial, planificar la economía sin sustituir al mercado, lo que importa es la industria nacional; son las empresas que ya tienen éxito las que pueden entrar al libre mercado porque ya eres desarrollado. Corea y China, al maquilar productos para industrias extranjeras asociados con capitales locales, aprendieron. Jamás tuvieron la idea de ser solamente maquiladores.
Lo que faltaba. Sin ninguna visión de estado, Enrique Peña Nieto pactó con Michael Pence en la Octava Cumbre de las Américas Perú 2018 “para lograr un acuerdo del TLC lo antes posible”, sumado las acareadas reformas estructurales con las que se entregó con mezquindad extrema el presente y futuro de este País. ¿y Los diputados y senadores? Los primeros roncando en su curul y los senadores en su reposet.
¡Decídete a ser feliz hoy!
@_A_lfonsina