Controlar a Harden es el objetivo del Jazz de Utah en el segundo de la serie de las semifinales de conferencia

HOUSTON.- Los Jazz de Utah completaron la segunda jornada de entrenamientos en el Toyota Center de Houston para el segundo partido de semifinales de la Conferencia Oeste, que jugarán este miércoles ante los Rockets, con los retos de controlar a James Harden y compensar la ausencia del español Ricky Rubio.

El propio entrenador de los Jazz, Quinn Snyder, reconoció que evitar la aportación encestadora de Harden era algo muy complicado porque no había una fórmula específica que fuese eficaz si la estrella de los Rockets salía al campo pleno de inspiración.

"Sabemos de lo importante que es el controlar la producción ofensiva de Harden, pero tampoco poseemos la fórmula ideal para evitar que se convierta en factor ganador", declaró Snyder.

"Creo que la única que puede ser eficaz es decirle que no anote tanto y, si hace caso, entonces perfecto", bromeó el entrenador de los Jazz.

Pero, al margen de las bromas, tras la facilidad con que los Rockets ganaron el primer partido por 110-96, Quinn es consciente de que el marcaje que le hizo el escolta novato Royce O'Neale, que salió en el puesto de Rubio, no fue el mejor ante uno de los candidatos a ganar el premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la temporada.

Harden, que tiene promedio de 31 puntos por partido en lo que va de los playoffs, rompió de nuevo a la defensa de los Jazz con sus tiros desde fuera del perímetro y también generó espacios abiertos para que el resto de sus compañeros, especialmente el base Chris Paul, pudiesen tirar con facilidad a canasta sin oposición.

"Está claro que tenemos que hacer mejor defensa y esa será la clave de la serie", declaró el base reserva de los Jazz, el brasileño Raúl Neto.

"Hemos trabajado bien y recuperado fuerzas durante los días de descanso y estamos listos para que el segundo partido sea diferente en nuestro rendimiento en el campo", añadió.

Especialmente si han encontrado ya la manera de compensar la ausencia de Rubio, el jugador más en forma durante los playoffs junto con el escolta novato Donovan Mitchell, y que se va a perder al menos 10 días de competición mientras se recupera de un desgarro que sufrió en el tendón de la pierna izquierda ante los Thunder de Oklahoma City, en el sexto partido de la primera ronda.

Los Jazz son conscientes de que jugar sin Rubio bajo cualquier circunstancia no es fácil para el equipo, pero si enfrente tienen a un rival de la talla de los Rockets, la tarea se convierte en una labor aún más difícil.

Este será de nuevo el gran reto que tendrán los Jazz para el segundo partido que se va a disputar en el mismo escenario del Toyota Center, donde en el primero el equipo sintió demasiado su ausencia, especialmente cuando se trató de mover el balón con seguridad y dirigir las acciones del ataque, dos elementos que no hizo bien el equipo de Utah.

Toda la responsabilidad tuvo que recaer en Mitchell, pero la zona de ataque careció de su habitual profundidad que siempre le ha dado el jugador de El Masnou desde que llegó a principios de temporada al equipo, traspasado por los Timberwolves de Minnesota.

"Todo el mundo tiene que intensificar su rendimiento", señaló el alero Jae Crowder. "Simplemente tenemos que estar más en sintonía con meter la pelota en la pintura". Pero todos tienen que dar un paso al frente y tratar de llenar el vacío".

El domingo, el Jazz inició a Mitchell como base armador, pero tenía al alero pequeño, el australiano Joe Ingles, manejando el balón y armando la ofensiva en muchas posesiones, mientras que O'Neale se encargó del marcaje de Harden.

Desde el banquillo, el base australiano Dante Exum, que posiblemente tuvo su mejor partido en lo que va de los playoffs, anotó nueve puntos llegando a la canasta y terminando en el aro.

Mientras que Neto, que también salió ocho minutos en la segunda parte, también hizo una buena labor al anotar cuatro puntos en los dos tiros que hizo a canasta.

"Creo que supimos presionar mejor en el centro del campo, que es donde a los Rockets les gusta defender, y con nuestra velocidad pudimos ser más efectivos en las penetraciones a canasta", explicó Neto. "Pero la ausencia de Rubio se nota en nuestro juego porque es el cerebro y además se encuentra en una gran forma".

La labor de Snyder es mentalizar a los jugadores para estar sin Rubio en la mayoría de la serie, y si quieren evitar la eliminación antes de que se recupere tendrán que acostumbrarse rápidamente a jugar sin él.