Con cáncer de piel y un brazo roto, migrante hondureño huyó de su país buscando un futuro diferente

Entre los casi siete mil migrantes que recorren el país en caravanas hay historias de superación, de ilusión, de amor y de dolor. La de Emmanuel Mejía Serrano combina el miedo con el dolor, pues salió de su país natal debido a violencia que sufrió.

"Yo ando enfermo. Les comuniqué a los que nos están ayudando que yo no podía viajar, hasta ahorita me siento un poquito mejor”, apuntó Emmanuel.

Aunado a las largas horas de caminata que tuvo que enfrentar para recorrer el camino que lo trajo desde San Pedro Sula hasta la Ciudad de México, el hondureño de 54 años ha tenido que soportar los dolores que le causan el cancer de piel que padece, así como la fractura en su brazo y las lesiones provocadas por las golpizas que le propinaron las pandillas en su país.

"Voy fracturado de acá (brazo izquierdo). Aún cargo maletas pero no puedo levantar la mano. La MS18 (Mara Salvatrucha) en San Pedro me torturó. Gracias a la Virgen Guadalupana y a Dios, ella me libró, pero yo no quise que me enyesaran porque si lo hacen pues me inmovilizo y no puedo cargar mis maletas”, explicó el hondureño.

Emmanuel trabajaba como asistente de enfermería, cuidaba a un adulto mayor pero el salario no le alcanzaba para pagar sus medicamentos, por lo que decidió salir de su país para poder pagar tratamiento.

"Me vine para ver si en Estado Unidos hay un tratamiento contra esto (cáncer), y para ganar y pagar mi medicina o para juntar dinero para mi entierro”.

La razón es que Emmanuel no tiene familia en su país y tampoco quien se haga cargo de los gastos funerarios en caso de que su tratamiento no funcione.

Ésta es la primera vez que sale de Honduras, pero las condiciones en las que viaja, con cambios de temperatura, durmiendo a la intemperie y sin poder llevar una dieta balanceada, hacen que su salud agrave.