Colaboración, no competencia: esa es la clave
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La lucha por el poder –particularmente desde la trinchera partidista– implica competencia. Pero el ejercicio del poder, cuando se asume como un compromiso democrático, es decir, con los derechos de los ciudadanos, implica necesariamente colaboración al margen de colores partidistas.
Es la colaboración en el ejercicio del poder, especialmente desde la divergencia, lo que distingue a los regímenes democráticos de aquellos que no lo son. Y esto es así porque los demócratas son aquellos que entienden la diferencia entre los procesos de campaña y el uso de los instrumentos públicos para garantizar los derechos de todos.
La observación viene a cuento a propósito de la visita que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, realizó ayer a Saltillo y que tuvo, entre otras, una característica relevante: su encuentro con la clase política de Coahuila con el propósito de acercar agendas.
Una frase, en particular, vale la pena rescatar del discurso del futuro mandatario y en la cual hizo referencia expresa al trabajo de quien será, a partir del 1 de diciembre próximo, el delegado del Gobierno Federal en Coahuila, Reyes Flores Hurtado:
“Le va a costar trabajo, porque Reyes era opositor al Gobierno del Estado, pero ahora ya no, porque también es, quiero yo que se entienda, ya no estamos en campaña, ahora somos gobierno, partido es una parte, gobierno es todo. Tenemos que reconciliarnos, cuesta mucho eso, creo que le cuesta a Reyes, me cuesta a mí, que me macanearon en la oposición”, dijo el Presidente electo.
La expresión representa el ánimo con el cual se espera que un gobernante asuma el reto de gobernar en la pluralidad. Pero es más valiosa en la medida que se registra en el marco de una reunión previa con el gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme, así como con autoridades electas de distintos orígenes partidistas.
En ese marco justamente, se han registrado también los primeros atisbos de la colaboración que se ha ofrecido en el discurso, al haber escuchado López Obrador las primeras propuestas de proyectos que se pretenden impulsar para el desarrollo de la región.
En total, de acuerdo con la información que se ha dado a conocer, las autoridades estatales presentaron al futuro mandatario proyectos que implicarían inversiones por unos 20 mil millones de pesos en rubros como comunicaciones, salud, hídrico y deporte.
Si, como es de esperarse, el ánimo con el cual se desarrolló la visita de ayer a Coahuila constituirá el signo de la relación que sostendrá el futuro Gobierno de la República con las autoridades locales, sin duda que podemos ser optimistas respecto del futuro inmediato.
Habrá que tener siempre presente, en ese sentido, la advertencia realizada ayer por López Obrador en su discurso: “tenemos que reconciliarnos, cuesta mucho eso”.
