La derecha tapatía estalla contra obra de arte
Los remanentes de la derecha jalisciense afloran en protesta contra una estatua que fusiona importantes símbolos de nuestro país, como son la virgen de Guadalupe y la diosa mexica Coatlicue
El alcalde de Guadalajara quizá no dimensionó el escándalo que provocaría la adquisición de la escultura "Sincretismo", misma que se exhibe en las calles de Guadalajara como parte de su programa cultural "Arte público en Guadalajara".
La escultura, obra del artista jalisciense Ismael Vargas, muestra la fusión entre la imagen de la virgen de Guadalupe y la diosa mexicana Coatlicue, como su nombre lo dice, sincretismo que da origen a la cultura mexicana y que no debería ser motivo de escándalo en ningún mexicano.
El acalde Enrique Alfaro llegó a la alcaldía de Guadalajara hace dos años, luego de lograr erradicar el bipartidismo PRI-PAN existente hasta entonces, pues llegó abanderado del partido Movimiento Ciudadano, con ideología de izquierda.
Recordemos que Guadalajara tiene una enraizada tradición católica, misma que salió a las calles a protestar de manera airada contra una manifestación artística, aludiendo que se sentían ofendidos en sus creencias al fusionar la imagen de la "serpiente" sobre la de la "virgen".
El mismo cardenal Juan Sandoval Iñiguez también alzó la voz y por medio del diario Mural, dijo que su inconformidad también radica en la ubicación de la obra, a pocos pasos del Santuario de Guadalupe.
En las protestas, los manifestantes oraban y lanzaban alegatos en el sentido de que se "atenta" contra un "signo sagrado": "Consideramos que las autoridades no tienen por qué atentar contra un signo sagrado, por lo tanto llamamos al respeto a ella", dijo Jaime Cedillo, uno de los católicos manifestantes.
A pesar de la ámpula que levantó este hecho, el alcalde, quien se mofa en redes sociales de que estos grupos lo acusan de "tener pacto con el diablo" , y se dice "alérgico a la corrupción y a las burocracias partidistas", continuará con su proyecto cultural, pues este “fue aprobado por el pleno del Ayuntamiento; es un programa que tuvo un jurado para elegir las obras, que es parte de la aportación que queremos dejarle a la ciudad. Imagínense si Guadalajara se hubiera construido con pura gente que pensara que gobernar la ciudad es tapar baches y cambiar lámparas nada más; esta no sería la ciudad que tenemos”.
“Sincretismo", de Ismael Vargas, muestra a dos vírgenes, Coatlicue y de Guadalupe, como una sola, remite al tradicional papel picado y tiene cuatro caras, como una rosa de los vientos que mira a un punto cardinal diferente.
El presidente municipal de Guadalaja presume que por vez primera, este domingo 27, los tapatíos evaluaron el trabajo de su alcalde. Y hace mención de que más de 70 mil personas acudieron a las urnas a votar, ya sea por su ratificación o la revocación de su mandato, aunque todo parece indicar que obtuvo mayoría de votos la ratificación.
