“Cancer Queenn” de Oscar David López es la obra ganadora del premio "Enriqueta Ochoa" 2015

Los miembros del jurado calificador conformado por la Maestra Nadia Graciela Contreras Ávalos, el Maestro José Eugenio Sánchez Garza y el Maestro Edgar Alejandro García Valencia seleccionaron este trabajo refiriendo que “El libro deslumbra por su unidad, por su uso del lenguaje, su temática, y su extensión, provocando una lectura fresca y ágil que conecta los tiempos actuales”.

“Este premio es una forma de celebrar a una grande de la literatura como lo es Enriqueta Ochoa, y que mejor que en el marco del Festival de La Palabra que lleva su nombre”, comentó la titular de la Secretaría de Cultura, Sofía Camil.

El ganador, además del monto del premio, que es de 100 mil pesos, contará con la publicación de su obra.

La convocatoria del concurso cerró el pasado 18 de septiembre del presente año, en donde se recibieron 54 trabajos participantes procedentes de 19 entidades federativas.

Para recordar la trayectoria y talento del ganador, te presentamos una entrevista que VANGUARDIA realizó el 29 de mayo del presente año, previo a la presentación de su libro "Mapping" en el marco de la Feria Internacional del Libro de Saltillo. 

Oscar David, propietario de la columna “Gracias por su preferencia sexual” de la revista Vice, charló en exclusiva con VANGUARDIA sobre su más reciente libro, el cual le da voz a los migrantes, a los rechazados y a los hombres que manejan la droga en el norte del país.

“Es un libro de poemas que está escrito a partir de las imágenes de un amigo fotógrafo llamado Miguel Fernández Castro. Sus fotografías tratan sobre el desierto y sobre la huella que hay en el desierto, la violencia, y todo el proceso que hemos vivido en la parte norte del país. Todo de una manera muy pulcra, nunca aparece sangre, ni violencia, ni nota periodística.

“Son fotografías del paisaje, en donde se descubren cosas que no se veían. En base a eso nació el libro”, explicó David López sobre las fotos que le sirvieron de inspiración y ganaron en 2012 la Bienal Semsa.

David López explicó que las fotografías retratan un lado paisajístico, un panorama que muestra las huellas que van quedan en el norte y son el registro de un proceso histórico contemporáneo de nuestra región. En base a esas imágenes el poeta, trató de darle voz aquellos que no la tienen y que son calificados por la sociedad como “los malos”.

“En mis poemas lo que hice es tratar la voz de los malos: de los migrantes, los rechazados, las personas que se dedican al tráfico de droga, pero no de una manera apologética, sino, de una manera casi cómica e irónica”, confesó el escritor que obtuvo el Premio de Poesía Carmen Alardín en 2014 con esta publicación.

“Todo para confrontar esta cosa del humanismo, casi siempre se ven estos personajes como malos, los que provocan el desastre en el norte del país, pero al final ese hombre puede ser tu hermano, primo o lo que quieras. A mi me interesa hacer una visión de la farsa y de la doble moral que existe en el discurso norteño, y sobre todo en el mexicano”.

El libro, por medio poemas como: “La bestia godot”, “Reloj de arena, nike, GPS”, “Campo Coca-Cola” y “se ocupa muchacha”, recorre las regiones de Sonora, Juarez, Tamaulipas y Nuevo León.

El escritor también recalcó que por medio de su poesía, busca demostrar que a pesar de que el tema de la violencia que azota el norte del país, ha sido abordado en varias ocasiones, aún no se a cubierto del todo.

“Tengo un contacto muy cercano con gente mucho menor que yo, creo que hay una cuestión en la que tenemos que abrir brechas, ya que a ellos les interesa tener información que no solo sea mediática y que sea una experiencia”, explicó López.

El autor

• Óscar Dávila López nació en Monterrey en 1982, es escritor y transformista. Ha publicado libros como: “Farmacotopía” que recibió el Premio Nacional de Literatura “Gilberto Owen” 2011. Ha sido becario del FONCA. Dirige Nuevos Lectores Fílmicos, un proyecto multidisciplinario que toma de pretexto el cine. Actualmente es columnista en la revista VICE. No sabe andar en bicicleta ni conducir, pero practicó equitación desde los seis hasta los veinte años.

Se ocupa muchacha

“Las muchachas ni parecen

de esta tierra: gente

trabajadora

es lo que falta

no casamenteras

ni holgazanas: esas sobran: mire

usted que inventarse

esa película: “una muchacha

desaparece: ¡mientras camina!

y otra más desaparece: ¡mientras duerme

en un camión

que cruza la ciudad!”

(Fragmento de "Mapping")