Arde el cuerito de tanto sol: vendedora
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Julia Frausto, conocedora del trabajo en la calle, asegura que nunca había sentido tanto calor como el de ahora.
Julia Frausto tiene 60 años y asegura que prefiere el calor al frío, pero que lo que se vive actualmente en La Laguna, es un calor que nunca había sentido. “A todas horas quema", dice.
Julia suma 20 años empujando un carrito para vender gorditas, raspados y dulces afuera de las escuelas del poniente de la ciudad. Pero dice que desde entonces, no sentía un calor como el actual.
Se halla afuera de una secundaria mientras trata de encontrar una sombra. “Está fuerte el calor, sí se resiente más que en otros años. Arde el cuerito cuando anda uno en el sol”, dice Julia.
La mujer anda desde las 09:00 a las 18:00 horas, a las cinco se retira para ir a comprar producto en el centro. Pero platica que a todas horas quema tanto el sol, que “salen muchos granitos”.
Por el calor de los últimos días, Julia ha tenido que tirar la nieve para los raspados porque inmediatamente se hace agua. “Acabo de tirar el hielo, se derrite muy rápido”, cuenta la vendedora.
Para las gorditas tiene que hacer pocas para que no se echen a perder. Y durante todo el día, refiere que está tomando líquidos todo el tiempo. Me canso, soy hipertensa y me afecta el calor, hay que tomar agua, refresco, lo que sea”.
Menciona que cuando termina su jornada y llega a la casa, se siente más cansada porque resiente el agobio de los más de 40 grados.
“Ya cuando llega uno, tengo que hacer lo que tengo que hacer, porque si me siento ya no me puedo levantar de lo cansada”, añade.