Yodo y enfermedades de la tiroides
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La glándula tiroides necesita yodo para producir las hormonas tiroideas. El déficit de este elemento puede ocasionar afecciones tales como bocio e hipotiroidismo.
Madrid, España.- El yodo es un componente fundamental para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides. Como el organismo humano no lo produce, todo el aporte de yodo que recibe procede de la dieta, afirman los expertos del sitio web "medlineplus".
"Los productos de mar son los alimentos que más yodo contienen, pero esta sustancia también está presente en lácteos, frutas y verduras, sobre todo aquellas que han sido cultivadas en suelos ricos en yodo", explica Camilo Silva, endocrino de la Clínica Universidad de Navarra (norte de España).
Según indica el especialista, "la cantidad de yodo recomendada es de unos ciento cincuenta microgramos al día, una cifra que oscila entre los doscientos y los trescientos microgramos cuando se trata de una mujer embarazada".
La deficiencia de yodo "ha sido casi erradicada en las áreas desarrolladas gracias a la yodación de la sal, pero en los países poco desarrollados y en las zonas donde el suelo es pobre en este oligoelemento, hay riesgo de que la población acuse su falta", sostiene la revista "Consumer".
"El yodo constituye un componente indispensable de las hormonas tiroideas", señala el sitio web "thyroidmanager.org". Dichas hormonas son "las pilas del organismo, pues aceleran muchas reacciones metabólicas", apunta el doctor Silva.
BOCIO E HIPOTIROIDISMO
"La tiroides es una glándula que está en el cuello, abrazando la tráquea y puede acusar distintos problemas por falta de yodo, pero los fundamentales son el bocio y el hipotiroidismo", afirma el médico endocrino.
"El bocio consiste en un aumento del tamaño de la tiroides mientras que el hipotiroidismo es un déficit en la función de esta glándula", explica Silva.
Existen distintos tipos de bocio. "Puede producirse un crecimiento global de la glándula, lo que se conoce como bocio difuso. El bocio es uninodular cuando el crecimiento se da en forma de un sólo nódulo. No obstante, la tiroides también puede crecer en forma de varios nódulos, entonces recibe el nombre de bocio multinodular", comenta el facultativo.
"Cuando la tiroides es muy grande puede comprimir las estructuras adyacentes, es decir, los vasos sanguíneos del cuello, el esófago, la tráquea y las vías respiratorias, que pueden ver comprometido su calibre", indica.
"Todos los bocios no están relacionados con el cáncer, pero en algunos casos sí ocurre. Respecto a los tumores que pueden atacar esta glándula, el más común es el carcinoma diferenciado de tiroides, con sus dos variantes el papilar y el folicular", manifiesta el especialista.
Este tipo de tumores suele tratarse con cirugía. "Habitualmente se extirpa todo el tiroides y después se administra al menos una dosis de yodo radiactivo", explica.
"Tales tumores suelen tener un alto porcentaje de curación. Sin embargo, el cáncer de tiroides medular y el anaplásico tienen peor pronóstico, pero también son menos frecuentes", añade.
El hipotiroidismo es otra de las enfermedades originadas por una carencia de yodo. En el hipotiroidismo, la tiroides "deja de producir hormona tiroidea", señala el médico. "Ganancia de peso, mayor sensibilidad al frío, tendencia a la retención de líquidos, fatiga, alteraciones cognitivas, piel fría, bajada en el estado anímico y estreñimiento son sus principales síntomas", comenta Silva.
El tratamiento de esta patología pasa por administrar hormona tiroidea por vía oral, según señala el endocrino.
El hipertiroidismo, es decir, el exceso de funcionamiento de la glándula tiroides, también puede tener una importante repercusión en la salud. "El consumo excesivo de yodo está entre las causas de esta patología y también puede originar hipotiroidismo y fenómenos inflamatorios en la tiroides", según indica el médico.
"A las personas predispuestas a padecer hipotiroidismo o hipertiroidismo, sobre todo a aquellas que sufren fenómenos de autoinmunidad tiroidea, les aconsejamos que eviten consumir una cantidad excesiva de yodo. Parece que en estos casos podría precipitar más alteración de la función de la tiroides", precisa Silva.
DESTACADOS:
* "La cantidad de yodo recomendada es de unos ciento cincuenta microgramos al día, una cifra que oscila entre los doscientos y los trescientos microgramos cuando se trata de una mujer embarazada", indica Camilo Silva, endocrino de la Clínica Universidad de Navarra.
* La tiroides es una glándula que está en el cuello, abrazando la tráquea y puede acusar distintos problemas por falta de yodo, pero los fundamentales son el bocio y el hipotiroidismo.
* "Los productos de mar son los alimentos que más yodo contienen, pero esta sustancia también está presente en lácteos, frutas y verduras, sobre todo aquellas que han sido cultivadas en suelos ricos en yodo", explica Camilo Silva, endocrino de la Clínica Universidad de Navarra (norte de España).