Willard Mitt Romney, el candidato misionero
COMPARTIR
TEMAS
En su segundo intento, busca convencer que su religión mormona y sus políticas progresistas no lo hacen menos republicano
CIUDAD DE MÉXICO.- El ex gobernador de Massachusetts y aspirante a la Presidencia de Estados Unidos, Willard Mitt Romney, ganador del primer "caucus" o asamblea republicana en Iowa, le gusta mucho publicitar su experiencia como político y empresario exitoso, aunque su mayor reto es convencer a los conservadores del Partido Republicano que aún lo ven con mucho escepticismo.
Romney tiene sus orígenes en el asentamiento mormón de Galeana, Chihuahua, México, donde nació su padre, George Romney, quien fue llevado de esa población a Idaho y más tarde se convirtió en gobernador de Michigan.
El ex gobernador de Massachusetts nació en Detroit, Michigan, siendo el menor de los cuatro hijos que tuvo el matrimonio de George y Lenore Romey, el precandidato no ha tenido hasta el momento contacto con la tierra que vio nacer a su padre.
"Tiene una gran herencia de pioneros, iniciando con gente que cruzó la planicie yendo de Illinois hacia Utah y luego de Utah a México. Así que hay una gran herencia de la gente que peleó por lo que creía", afirmó su primo segundo Leighton Romney a la NBC.
Fue misionero mormón en Francia durante su juventud, pero regresó a Estados Unidos a estudiar en las universidades de Stanford, Brigham Young y Harvard, siendo la última donde se graduó de la Escuela de Leyes e hizo una maestría en Administración de Empresas, para después convertirse en gobernador de Massachusetts.
Romney, de 64 años, fue CEO de Bain & Company, una firma consultora de administración, y el cofundador de Bain Capital, una firma privada de inversión de capital que fue un éxito.
Este político con cara de actor televisivo busca en su segundo intento por conseguir la Presidencia de Estados Unidos, tras perder las primarias en favor de John McCain en 2008, convencer al ala derechista de su partido de que su religión mormona y sus políticas progresistas en Massachusetts no lo hacen menos republicano.
Y ante los votantes independientes deberá sacudirse cierta imagen de veleta, de alguien que dice al público lo que cree que éste quiere oír, una reputación que han buscado explotar los estrategas demócratas que señalan sus cambios de posición en cuestiones como la reforma del sistema sanitario.
Trata de dar la imagen de corredor de fondo en el ámbito de la creación de empleo -la gran prioridad para los votantes- y de firme timonel para una economía que atraviesa un periodo tormentoso.
Precisamente el pasado viernes se dio a conocer que el presidente demócrata de Estados Unidos, Barack Obama, quien busca un segundo mandato, logró bajar los índices de desempleo para ubicarlo en 8.5 por ciento -el indicador mensual más bajo en casi tres años- un resultado que no favorece en nada a las aspiraciones presidenciales del ex gobernador de Massachusetts.
Romney, que es el aspirante republicano que más dinero ha recaudado, se ha preparado para la candidatura presidencial casi desde el día en que perdió la nominación en 2008. Su equipo de campaña es fuerte, con capacidad operativa y disciplinado y está dispuesto a ir por todas esta vez.
Ha intentado presentarse como un hombre de familia -está casado desde hace 42 años con su esposa, Anne, con la que tiene cinco hijos- y como alguien que, pese a ser millonario, tiene las preocupaciones propias de una persona cualquiera de la clase media.
Esa imagen, sin embargo, sufrió un duro golpe cuando en el penúltimo debate republicano quiso apostar con uno de sus rivales 10 mil dólares, el equivalente a tres meses de sueldo de un estadunidense medio.
En 1994, el boyante empresario quiso desafiar a un político legendario en Massachusetts, Ted Kennedy, y se presentó contra él en las elecciones al Senado. Kennedy fue reelegido sin dificultad y Romney regresó a la empresa privada.
En 2002 se hizo cargo del Comité organizador de las olimpiadas de invierno de Salt Lake City, un acontecimiento que fue un éxito económico y donde batió el récord de inversiones privadas logradas en unos Juegos.
Un año después se convirtió en gobernador de Massachusetts, donde redujo el déficit público, introdujo reformas educativas y, sobre todo, puso en marcha una reforma del sistema sanitario estatal.
En ese cargo se labró fama de dialogante por reunirse cada lunes con dos demócratas para tratar asuntos del gobierno estatal, una estrategia que cree que puede tener éxito también en Washington.
Tras anunciar en abril su candidatura y convertirse de inmediato en el precandidato a batir, Romney empezó a trabajar por el voto de Iowa, el primer estado en el calendario de primarias republicanas y cuyos resultados resultan ser decisivos para impulsar a un aspirante u otro.
Jean Faber McAlister, profesora asociada de retórica y comunicación de la Drake University, destacó al diario de Iowa Des Moines Register que Romney "tiene una buena presencia en el escenario y una voz maravillosa, lo que necesita es parecer una persona normal".
En su contra tiene además haber propulsado una reforma sanitaria en Massachusetts que el presidente Barack Obama destacó como modelo para su normativa nacional, una ley que se ha convertido en uno de los principales objetivos a revertir por parte de la oposición.
Ha luchado para superar las inquietudes que muchos estadunidenses tienen respecto a su fe mormona y ha levantado críticas contra el mandatario venezolano, Hugo Chávez, por la falta de libertades.
En sus últimos discursos, fuera de Massachusetts, Romney parecía tratar de reforzar sus credenciales conservadoras distanciándose del progresismo de su estado en políticas sociales, incluyendo el matrimonio entre homosexuales o el aborto.
Para ganarse el favor de esos desconfiados conservadores, Romney está utilizando su oposición al anteproyecto de inmigración que cuenta con el respaldo del Senado. Está poniendo el énfasis de su campaña en un mayor control fronterizo por encima de un nuevo plan de trabajadores temporales.
También se ha pronunciado en tema de seguridad nacional, apoyando las medidas de la administración Bush en la guerra contra el terrorismo, incluida la Ley Patriota, y ha visitado Irak varias veces, así como otros países asiáticos.
"Es importante recordar que el presidente George W. Bush mantuvo nuestro país seguro y sin ataques terroristas después de los ataques del 2001", ha señalado en varias ocasiones.
Siguiente parada
No queda duda que Romney va como favorito el próximo 10 de enero en el "caucus" de Nueva Hampshire, ya que, el electorado incluye muchos votantes moderados e independientes.
De ganar las elecciones, Romney podría colocar al pueblo en su casa de verano en Nueva Hampshire, valuada en 10 millones de dólares, la cual se encuentra en Wolfeboro, con una población mayoritariamente republicana.
Un punto fuerte parece ser su capacidad de recaudar dinero. En un sólo día logró juntar apoyo económico por 6.5 millones de dólares para su comité exploratorio. Esta cifra significa un récord histórico de dinero recaudado en un sólo día.
En el primer trimestre de 2007, Romney recibió 23 millones de dólares, cifra extraordinaria para un contendiente relativamente poco conocido al comienzo de la carrera por la nominación y que le colocaba al frente de los republicanos en recaudación de fondos.
Un segundo punto importante es la capacidad empresarial que posee, ningún otro de sus contrincantes ha demostrado la capacidad de lanzar a nuevos horizontes.
"Estados Unidos es la economía más grande del mundo y yo sé de economía, yo sé cómo elevar a un diferente nivel este país, y no es aumentando impuestos, sino haciendo a Washington más efectivo, lo he logrado en los Olímpicos, lo he logrado en Massachusetts y lo voy a hacer en la Casa Blanca", apuntó Romney.