Una década femenina para el deporte mexicano
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DESDE LOS JUEGOS DE SIDNEY 2000, CON EL ORO DE SORAYA JIMÉNEZ, LAS MUJERES HAN DADO LA CARA POR MÉXICO EN COMPETENCIAS INTERNACIONALES
La mujer suma 13 años exaltando el alto rendimiento de México. Los Panamericanos de Winnipeg 1999 y la culminación de ese ciclo olímpico en Sidney 2000 fueron la inflexión donde el deporte mexicano encontró en la rama femenil, liderazgo para despuntar en planos internacionales.
"El antes y el después fue Winnipeg 1999, la primera vez que la delegación mexicana tuvo más resultados con mujeres; en Sidney 2000 se confirmó y continuó el proceso con una camada muy fuerte que marcó la pauta", dijo la ex velocista Ana Guevara. Entonces se ganaron 57 preseas y de ellas, 11 oros, 4 ganaron las damas, todas en atletismo: la misma Guevara (400m), Nora Leticia Rocha (10 mil metros), Adriana Fernández (5 mil) y Graciela Mendoza (20km de marcha).
Tras dos Olímpicos en que nuestro país logró una medalla (Barcelona 1992 y Atlanta 1996), en Sidney 2000 se ganaron seis preseas; un sólo oro y el primero en damas: Soraya Jiménez, en halterofilia (-58kg).
"Es un orgullo ser la primera mujer mexicana en ganar una medalla de oro. Fue algo muy importante y he tratado de tomarlo con calma. Es muy bonito, no sólo dar la cara por el deporte mexicano, sino por el país. Hay muchas cosas por las cuales, las mujeres nos debemos sentir orgullosas", declaró Soraya Jiménez.
En 2001, México tuvo la mejor cosecha de su historia deportiva, en los Campeonatos Mundiales de cada especialidad, con un total de ocho preseas; cuatro de ellas ganadas por mujeres: el único oro fue de Nancy Contreras (ciclismo 500m contrarreloj); y los bronces de Belem Guerrero (ciclismo carrera por puntos), Ana Guevara (atletismo 400m), y Paola Félix (taekwondo -67kg.).
"Desde que Soraya ganó oro en 2000, hubo un despertar. Para mí, en esos años, los méritos fueron más por la capacidad de cada una y los deseos de triunfar. Había apoyo cuando ya tenías algunos resultados internacionales; no era tanto como el que hay ahora. La mentalidad fue factor importante", consideró la ciclista Contreras Reyes.
La muestra la da la última década. En 10 años, de 2001, hasta la pasada temporada, la mujer mexicana ha ganado 21 medallas en Campeonatos Mundiales de categoría adultos: ocho oros, cuatro platas y nueve bronces; en cinco deportes olímpicos (ciclismo, atletismo, taekwondo, vela y clavados); así como en cuatro no olímpicos (karate, racquetbol, patinaje y squash).
En las llamadas justas veraniegas, el deporte femenil nacional ha logrado avances exponenciales. A Sidney 2000 asistieron 27 damas (34% de la delegación tricolor), a Atenas 2004 fueron 52 (45% del equipo); finalmente, en Beijing 2008, nos representaron 42 mujeres (50% del conjunto).
En Olímpicos, no sólo hay un incremento en cantidad, también en calidad. En México 68, las mexicanas ganaron las primeras dos medallas para el país: Pilar Roldán (plata en esgrima) y Maritere Ramírez (bronce en natación); sin embargo, tuvieron que pasar 32 años para ver de nuevo a una mujer mexicana en el podio.
En Australia, sólo Soraya ganó oro y la tercera presea en la historia para las mujeres; pero en Atenas 2004, de las cuatro medallas obtenidas, tres fueron de las damas: el bronce de Iridia Salazar; con las platas de Belem Guerrero y Guevara. En Beijing 2008 se repitió la estadística en que la mujer obtuvo más de la mitad de la cosecha, gracias al oro de María Espinoza, en taekwondo, y el bronce de Tatiana Ortiz y Paola Espinosa, en clavados.
Es una racha que arrancó a finales de los 90... Y se mantiene. La última muestra se da en este ciclo olímpico: En los Centroamericanos de 2010, las mujeres ganaron 63 oros, por 59 de los hombres y 188 preseas totales de las damas, por 167 del "sexo fuerte". En los Panamericanos de Guadalajara 2011, las mujeres cosecharon 20 de los 42 oros, y de las 133 preseas totales, las damas lograron 70.
El éxito femenino continúa y busca un tercer ciclo olímpico consecutivo, con el nombre de México en alto; en la culminación de este cuatrienio, durante Londres 2012.