Tras caída de Rayados, Santos se quedó en la orilla
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Gran cantidad de laguneros siguieron el partido que al mediodía disputaron Pumas y Monterrey, pues si los del norte empataban o ganaban, Santos Laguna calificaría.
Torreón, Coahuila.- No haber hecho su trabajo le costó a Santos Laguna quedar fuera de la liguilla del Torneo Apertura 2014, así que a partir de esta semana iniciarán vacaciones para reportar este mismo mes a trabajos de pretemporada.
Este domingo, gran cantidad de laguneros siguieron el partido que al mediodía disputaron Pumas y Monterrey, el último de la Jornada 17 que definiría al octavo invitado a la Fiesta Grande del futbol mexicano, cuya disputa estaba entre el cuadro universitario y el conjunto lagunero.
Había la esperanza de que se diera uno de los dos resultados que Santos necesitaba para calificar, que era el empate o el triunfo de Rayados, así que por única ocasión los aficionados del equipo albiverde estaban deseando un triunfo del equipo de la Sultana o que al menos no perdiera.
La esperanza estaba a flor de piel, considerando que los dirigidos por Carlos Barra, a pesar de tener varias ausencias importantes, tendrían el interés de clasificar como cuarto lugar y así recibir en la vuelta de los cuartos de final.
Por otro lado, el hecho de que la UNAM no hubiera conseguido hasta entonces ganar en su cancha, hacía todavía más viable que el partido no terminara favorable a los locales que, sin embargo, saltaron a la cancha de CU con esas ganas, ese deseo de ganar el partido y prueba de ello fue que temprano en el partido ya estaban adelante por 2-0.
Fue una gran decepción para los santistas, ya que con eso Santos estaba eliminado, aunque luego Omar Arellano avivó la esperanza con un gol circunstancial, pero que hacía suponer una reacción de los norteños.
Sin embargo, poco después llegó el tercero de Pumas, Rayados se acercó y el partido estaba para cualquier lado, hasta que vino esa mano en el área y el gol de penal de un ex santista, Eduardo Herrera, para sentenciar el triunfo universitario y por consecuencia el adiós de un Santos que en la Copa fue un éxito, pero en la liga un fracaso.
Todo por no haber hecho lo que le correspondía, que era ganar en Puebla, donde llegó a estar arriba por dos goles, pero en una gran desconcentración sobre la hora dejó de depender de sí mismo, aún cuando de manera increíble se habían combinado otros resultados, como las derrotas del León, Cruz Azul y Querétaro, lo que le dejó la puerta abierta para ganarse ese último boleto, el que tenía en la bolsa y que Cuauhtémoc Blanco, sin piedad alguna, se los sacó en el último suspiro, aún con las súplicas de jugadores de Santos antes de que cobrara la falta.
Al final del partido, el técnico Pedro Caixinha dijo asumir la responsabilidad, dijo no creer en milagros al final del partido y ciertamente, no hubo milagro ni favor rayado.
Ahora, el equipo está citado para este lunes por la mañana en el TSM, ya no será para entrenar, sino para despedirse.
En la era de Alejandro Irarragorri como presidente de Santos Laguna, es apenas el tercer torneo que no se califica y Pedro Caixinha vio rota esa racha de entrar siempre a semifinales desde que tomó las riendas del equipo, hace dos años.