Templo Mayor sigue descubriendo sus tesoros
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Se hallaron 50 sahumadores con restos de resina, con una antigüedad de 550 años, a más de seis metros de profundidad a nivel de calle
Ciudad de México.- Durante las labores para crear un vestíbulo de acceso a la Zona Arqueológica y Museo del Templo Mayor, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron en el predio Plaza Manuel Gamio; 50 sahumadores con restos de resina que podría ser copal y cuya antigüedad se estima en 550 años.
De acuerdo a un comunicado del INAH se señala que según los textos coloniales de fray Bernardino de Sahagún y Diego Durán, titulados "Historia General de las cosas de la Nueva España e Historia de las Indias de Nueva España e Islas de Tierra Firme", respectivamente, los sahumadores eran utilizados en tiempos prehispánicos para consagrar construcciones (entre otros usos), de manera que los investigadores estiman que los descubiertos recientemente pudieron haber tenido una función similar.
Preliminarmente, se considera que dichas piezas de cerámica -65 centímetros de largo en promedio y 10 de alto- formaron parte de dos ofrendas de consagración, aunque hasta el momento se ignora con qué motivos o hacia qué espacio arquitectónico fueron dedicados.
Los objetos prehispánicos hallados en el predio Plaza Manuel Gamio, a más de seis metros de profundidad a nivel de calle, en un relleno de tierra localizado debajo de las 23 lápidas de tezontle encontradas en 2011, pertenecen a la etapa constructiva IV-A de lo que fue el Templo Mayor de Tenochtitlan, edificada de 1440 a 1469, informó el arqueólogo Raúl Barrera, responsable del Programa de Arqueología Urbana (PAU) del INAH.
Abundó que "debajo de esa lajas se halló un relleno de tierra arcillosa y bajo éste, los restos de un piso de estuco incompleto, que fue roto intencionalmente durante la época prehispánica para introducir los sahumadores".
Estos recipientes cóncavos (llamados en náhuatl tlemaitl, que significa "mano de fuego") forman parte de una serie de hallazgos registrados a partir de mayo pasado, que incluyeron, además de los sahumadores, un entierro humano a manera de osario y los restos de un árbol sagrado, agregó el arqueólogo.
"Los investigadores descubrieron dos ofrendas de sahumadores (que han denominado 152 y 155), que en conjunto suman 52 de estos recipientes, la mayoría de ellos (80%) están semicompletos y tienen remates en forma de cabeza de serpiente con lengua bífida; servían como instrumentos mediadores con los dioses para obtener sus favores", comentó el responsable del PAU.
En tanto, la arqueóloga Lorena Vázquez Vallín, responsable de la excavación, comentó que "este tipo de recipientes eran utilizados por toda la sociedad mexica para rendir culto a los dioses y consagrar edificaciones, así como para purificar a través de su humo, en las ceremonias religiosas".
Añadió que esos sahumadores se usaban para consagrar imágenes y esculturas de deidades, al igual que a las personas que asistían a las ceremonias religiosas; también eran empleados en algunas ocasiones para pronosticar el futuro; su uso era también común dentro de los hogares como parte de la religiosidad cotidiana.
Vázquez Vallín describió que la mayoría de las piezas prehispánicas tienen en el interior de las cazoletas residuos de algún tipo de resina, "lo más probable es que sea de copal, ya que incluso algunas aún desprenden su aroma; serán analizados para confirmarlo.
"De igual forma -agregó- en la cazoleta de un sahumador, ubicado en el extremo norte de la ofrenda, estaban depositados siete fragmentos de navajillas prismáticas de obsidiana, y sobre la tierra se hallaron cinco puntas de maguey, que se sabe eran usadas por los sacerdotes para el autosacrificio.
Velásquez Vallín añadió que el medio centenar de sahumadores fue colocado durante la época prehispánica frente al Templo Mayor, en dirección sur del mismo, hacia donde se dedicaba el culto a Huitzilopochtli, dios de la guerra.
El trabajo de restauración, que incluye el registro de las piezas tal y como se hallaron, la clasificación de cada fragmento, su limpieza, unión y reposición de faltantes, ha permitido a los expertos descubrir también restos de semillas, actualmente en análisis para saber de qué tipo son.
Raúl Barrera indicó que una vez terminadas las obras de infraestructura para el nuevo acceso hacia la Zona Arqueológica y Museo del Templo Mayor, se exhibirá una muestra representativa de los sahumadores restaurados.