Telenovelas latinas se arraigan en la sociedad marriquí
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Las primeras telenovelas latinoamericanas aterrizaron en Marruecos en los años 90, en forma de producciones brasileñas y mexicanas.
Madrid, España.- Rkiya quiere poner a su hija el nombre de Raquel, como la protagonista de la telenovela mexicana "Tú o nadie", mientras que Ghita, una joven de un pueblo cercano a la ciudad de Fez, sigue esperando a que le traigan de Turquía la crema que usa la heroína de uno de sus culebrones preferidos.
En muchos pueblos de Marruecos a los vecinos se les compara con los personajes de la pequeña pantalla, y ya es normal escuchar frases como "¡este hombre cada vez se parece más a Alfredo!", en referencia al actor de una serie emitida por la televisión marroquí, o "¡eres tan celosa como Guadalupe!", aludiendo a la chica que se afana por buscar a su verdadera familia.
Las primeras telenovelas latinoamericanas aterrizaron en Marruecos en los años 90, en forma de producciones brasileñas y mexicanas, traducidas al árabe clásico por industrias de doblaje jordanas y libanesas. Y, aunque parte de la población no alcanzaba a entender el árabe clásico porque el dialecto nacional (el "dariya") es muy diferente, estas historias de amor y desamor, con las que el espectador se identifica, crearon una verdadera adicción en los hogares marroquíes.
"CANSADAS DE VER LOS MISMOS PROBLEMAS"
Hasta la llegada de las telenovelas latinoamericanas, el público tan sólo podía disfrutar de las series egipcias, que nunca calaron entre la audiencia porque "las mujeres estaban cansadas de ver en la televisión los mismos problemas que tenían en casa", explica la socióloga marroquí Kenza Elghali.
En las series egipcias -comenta la experta- no está tolerada la idea de la mujer moderna y muestran a chicas frustradas, rechazadas por sus familias, obligadas a vivir en la miseria por 'un comportamiento indebido' y que finalmente mueren o deciden suicidarse.
Por ello, los telespectadores enseguida quedaron prendados de las mujeres latinoamericanas que comenzaron a desfilar por la pequeña pantalla. Heroínas como Esmeralda, una joven ciega que cuenta las dichas y desdichas de su vida, o Marimar, la chica pobre enamorada de un millonario, cautivaron a una audiencia que descubrió en ellas una vía de escape a los problemas de la vida cotidiana.
De la misma forma que en Latinoamérica y en otros muchos países, los marroquíes comenzaron a seguir con atención el desenredo de estas historias de pasiones y traiciones y donde casi siempre el bien se impone sobre el mal.
Estos nuevos modelos con menos tabúes, más libertad y en los que la mujer lucha y además triunfa, contrastaron desde el primer momento con los valores de la sociedad de este país, donde la fémina que intenta salir adelante por si misma es en muchos casos repudiada.
EL SUEÑO DE UNA UTOPIA
"Las espectadoras descubren un estilo de vida que aprecian y desean y, pese a ser conscientes de que quizá nunca lleguen a alcanzarlo, sueñan con él. Es como una utopía", señala Elghali.
Aunque no con la misma devoción, también algunos jóvenes se consideran incondicionales de estos cuentos de cenicientas. Faissal Azizi, actor y músico marroquí de 25 años de edad, destaca que cuando era más joven "me quedaba como un tonto frente al televisor enganchado por el suspense con el que juegan".
El artista agrega que es "un telespectador de la época en la que las telenovelas se traducían al árabe clásico, y en aquella época había muchísima gente que pensaba que los mexicanos hablaban en este idioma".
Hace menos de tres años los responsables de 2M, el segundo canal de la televisión pública marroquí, se plantearon el hecho de que el árabe clásico no era accesible para todos los sectores de la sociedad y que las mujeres sin un alto nivel educativo no entendían los folletines en profundidad.
La cadena y la empresa marroquí de doblaje Plug In decidieron entonces llevar a cabo una prueba y doblar una teleserie al dialecto local, el "dariya". El experimento resultó todo un éxito y la audiencia se triplicó.
Zriui Zuheir, director de programas de 2M, comenta que al principio "a la gente le hacía gracia que un mexicano hablase en `dariya', pero por lo general se reaccionó muy positivamente y empezamos a doblar series brasileñas, argentinas y turcas".
Pese a la pujanza del culebrón latino, hoy las series turcas se han colocado a la cabeza del pelotón, ya que las telenovelas de este país tratan sin pelos en la lengua temáticas como la sexualidad o las relaciones extramatrimoniales.
Pero mientras las marroquíes simpatizan con estas mujeres, convertidas en ídolos, el género de culebrones no resulta tan atractivo para ciertos sectores conservadores de la sociedad, que tildan las historias de escandalosas y absurdas.
Para Rachid Nini, director de "Al Massae", el periódico más leído del país, este tipo de telenovelas "contribuyen al empobrecimiento del tejido social marroquí y a la consolidación de la ignorancia. Conducen a la decadencia moral y a la destrucción de los valores familiares". El periodista añade que se trata "de una bomba de relojería en el corazón de la sociedad que puede explotar frente a nuestras caras en cualquier momento".
Sin embargo, el éxito de 2M no tiene vuelta atrás y hace unos meses la cadena de televisión decidió apostar por las teleseries de España que "es nuestra vecina y con la que tenemos una gran similitud física y de temperamento", sentencia Zuheir.
La serie policiaca "Cuenta atrás" y la comedia "Los hombres de Paco" entretienen ahora al telespectador marroquí en el horario nocturno y de máxima audiencia, mientras que las telenovelas continúan dominando la programación matinal.
Pero mientras, ¿qué es lo que pasa con las telenovelas marroquíes? "El gran problema que existe en Marruecos es que no hay suficientes culebrones nacionales. Durante todo el año se producen tres o cuatro. Es muy caro realizarlas, mucho más que comprarlas y doblarlas. Además, no hay una industria en este sector, pero trabajamos en ello", concluye Zuheir.
DESTACADOS:
* Aunque parte de la población no alcanzaba a entender el árabe clásico porque el dialecto nacional (el "dariya") es muy diferente, estas historias de amor y desamor, con las que el espectador se identifica, han creado una verdadera adicción en los hogares marroquíes.
* "Las espectadoras descubren un estilo de vida que aprecian y desean y, pese a ser conscientes de que quizá nunca lleguen a alcanzarlo, sueñan con él. Es como una utopía", señala la socióloga marroquí Kenza Elghali.
* Zriui Zuheir, director de programas de 2M -el segundo canal de la televisión pública marroquí-, comenta que, al principio, "a la gente le hacía gracia que un mexicano hablase en `dariya', pero por lo general se reaccionó muy positivamente y empezamos a doblar series brasileñas, argentinas y turcas".