La Monna Lisa de Leonardo da Vinci una especie de imán de falsificadores, ataques y un robo
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La Monna Lisa o Gioconda pintada por Leonardo da Vinci es una especie de imán tanto para los falsificadores, ataque por parte de activistas o visitantes y en 1911 fue robada.
La Monna Lisa está sobrevalorada, a lo que algunos críticos de arte aseveran a que así es, en efecto, pero más allá de exaltar la técnica o su precisión, esta apreciación exacerbada tiene que ver con otros acontecimientos que han girado alrededor de ella desde su concepción.
A continuación te decimos algunas de las historias más fabulosas que rodean está obra realizada por Leonardo Da Vinci.
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Es una obra que bien puede ser amada u odiada y, a veces, se convierte en un tema de conversación.
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Se ha llegado en poner en duda el lugar en donde se realizó el icónico retrato, así mismo, se ha cuestionado si da Vinci es el autor original de la obra, o si la Monna Lisa que hoy puede verse en el Museo de Louvre es la original o una réplica.
En 1911 la Gioconda fue robada. Después de una intensa búsqueda, la pintura pudo ser recupera y regresar a su lugar en 1913.
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En aquel entonces, a las autoridades del museo, les resultaba inverosímil que una sola persona hubiera logrado escapar con un lienzo de 40 centímetros de ancho y 70 más de largo, sin que nadie se diera cuenta.
Siendo así que la aclaración del hurto originó una mezcla de animosidad e indignación en quienes siguieron de cerca la cronología del robo.
El robo de esta obra no fue planeado ni llevado a cabo por alguna personalidad pomposa y extravagante, sino por Vincenzo Peruggia, un trabajador del museo, que abandonó la cárcel, después de cumplir su condena de siete meses preso.
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Así mismo, la Monna Lisa también ha sido objeto de múltiples ataques en contra de ella. Debido a esos intentos por dañar a la obra actualmente está protegida detrás de un vitral y ningún visitante se le pueda acercar a más de cuatro metros y medios.
En este sentido, el primer ataque que sufrió la Gioconda fie 1956, cuando una mujer lanzó una sustancia química encima de la obra, la cual sí solo logró rozarla y afectar algunos de los materiales que forman parte del interior de la obra.
Así también, ese mismo año un hombre arrojó una piedra que impactó la obra de de Da Vinci, que también consiguió dañarla.
Debido a estos dos arteros ataques las autoridades de Louvre decidieron protegerla con un recubrimiento de cristal y mantenerla, prácticamente, en un claustro.
En 1979 cuando la Monna Lisa fue llevada a Japón, al Museo Nacional de Tokio, una mujer decidió lanzar pintura sobre el cuadro, como una forma de manifestar su desacuerdo, debido a que en esa época, las personas con incapacidad no podían visitarla.
Otro ataque, esta vez fue en 2009, cuando un hombre lanzó una taza de té con dirección al cuadro de da Vinci, sin embargo esta se rompió.
Con información de la Agencia de El Universal.
