¿Será pronto el yuan chino una moneda de reserva internacional?
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La divisa ya está en el quinto lugar como medio de pago en el comercio internacional. Y 29 bancos centrales han cerrado acuerdos de intercambio con China.
Pekín, China .- Para China sería un triunfo, el reconocimiento al avance de su economía a nivel mundial. Por primera vez, el yuan (renminbi) podría entrar a formar parte del club de élite de las monedas consideradas de referencia mundial como parte de la cesta del FMI, pero no está claro que el organismo vaya finalmente a incluirlo este año.
La propia directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, que hace unos meses había dicho que no era cuestión "de si, sino de cuándo" se incorporaría el yuan, ahora parece estar dando marcha atrás.
Uno de los motivos podrían ser las recientes turbulencias en las Bolsas de la segunda mayor economía mundial, aunque Lagarde aseguró que China es lo suficientemente fuerte como para soportar los altos y bajos en los mercados financieros. Y defendió la masiva intervención estatal en los aún "jóvenes mercados de acciones" del país, al tiempo que añadió que la crisis bursátil no influye sobre el análisis de la incorporación del yuan.
Pero, a la vez, Lagarde subrayó la necesidad de hacer "reformas muy importantes" en los mercados financieros. Las reformas podrían ayudar a China "a incorporar al renminbi a la cesta de las monedas para fijar el valor de los Derechos Especiales de Giro (DEG) algún día, cuando llegue el momento, en cuanto todas las señales se hayan coordinado de forma positiva", añadió la funcionaria de forma un poco críptica. "Algún día" no suena a dentro de unos meses o antes de finales de año.
En la cesta de las monedas de referencia están por el momento el dólar, el euro, la libra británica y el yen japonés. Con ellos se elaboran los DEG, un activo de reserva internacional creado en 1969 por el FMI para complementar las reservas oficiales de los países miembros.
Para ello el yuan tiene que cumplir una serie de condiciones, entre ellas que sea una moneda de "libre uso", algo que en opinión de China ya está garantizado pero que es objeto de diversas interpretaciones.
Hasta el día de hoy, China regula sus flujos de capitales, y el yuan no es realmente de libre flotación. Sin embargo, el porcentaje de la moneda en el comercio mundial pasó de un 0,02 por ciento en 2009 a casi un 25 por ciento.
La divisa ya está en el quinto lugar como medio de pago en el comercio internacional. Y 29 bancos centrales han cerrado acuerdos de intercambio con China. Pese a ello, el comercio en yuanes sólo es un pequeño porcentaje aún del intercambio total del gigante exportador, al que le gustaría hacerse más independiente del dólar.
En otro aspecto China también ha hecho avances: el FMI ya no secunda la acusación estadounidense de que la moneda china está artificialmente devaluada. Tras una inspección a finales de mayo, el vicedirector Markus Rodlauer anunció en Pekín que "el tipo de cambio ya no está subvaluado". Aunque a la vez el equipo instó a China a permitir la libre flotación de la moneda "en un plazo de dos a tres años".
Las masivas intervenciones del gobierno en las Bolsas por la caída de las cotizaciones desde mediados de junio hacen dudar sobre la voluntad de China de una verdadera apertura. "La intervención demuestra la disposición a imponer controles de capital", señala a dpa Jerry Nickelsburg, de la Universidad de California (Los Angeles).
Con ello se limita quién comercia y con qué se comercia. "Algo así reduce el valor del yuan como moneda de reserva, porque los controles de capitales hacen menos líquida y menos útil a una moneda", opina Nickelsburg.
En su opinión lo decisivo no es si el FMI la incluye en su cesta, sino si otros países consideran al yuan atractivo y estable como para tener parte de sus reservas en esa moneda. Y ahí tiene sus dudas. "El FMI podría declarar al yuan moneda de referencia, pero la clave es si se lo trata como el dólar, el euro o el yen".
Si no es así, su entrada en la cesta tendría en realidad escasa repercusión. Aunque sería una especie de "certificado de madurez", un reconocimiento simbólico. "China es hoy una de las principales economías, con considerables efectos sobre la economía mundial", dice en Pekín el profesor de Economía Hu Xingdou.
Una calificación de la moneda como de referencia mundial reforzaría la economía de mercado en China, opina Hu. "Impulsaría la economía, porque fluirían más inversiones extranjeras y sería más sencillo para China hace negocios en el extranjero". Pese a todo, no es un camino exento de peligros, añade el profesor, pues "la llegada de 'dinero caliente' podría aumentar aún más las burbujas en el mercado inmobiliario y de acciones".
Por Andreas Landwehr/DPA- Reportaje