'Reviven' la guerrilla con caso Ayotzinapa
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Los grupos son el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), las Milicias Populares (MP) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo (FAR-LP)
México, DF. Cuatro grupos guerrilleros, de la zona de Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que parecían inactivos, despertaron tras la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y no solo condenan los hechos, sino prometen represalias.
Los grupos son el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), las Milicias Populares (MP) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo (FAR-LP).
El EZLN fue el primero en manifestarse. Lanzó un llamado en apoyo a los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa y miembros de su base marcharon silenciosamente el 8 de octubre en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
En breve comunicado pidió a sus simpatizantes que se movilicen de acuerdo con sus medios en apoyo a la comunidad de la Normal y por la demanda de justicia verdadera.
Este fue el único pronunciamiento político-social de los grupos armados, porque los otros llaman directamente a las armas y a la confrontación para dar respuesta a los familiares de los desaparecidos y para prevenir otro Ayotzinapa.
En su comunicado, las FAR-LP piden a sus bases reunirse para confrontar a los culpables aplicando la práctica de Patria o Muerte.
Advirtieron que no importaba que el gobernador Ángel Aguirre cayera o que atraparan a los capos de la droga, ya que la agresión es un crimen de Estado y como tal responderán. Terminan diciendo que pronto se sabrá de ellos.
Las Milicias Populares anunciaron que se necesita responder con todas las formas de lucha, violentas y pacíficas, legales o no, porque, sostienen, el Estado es el primero en violar la legalidad y en utilizar los métodos mafiosos para enriquecerse y saquearnos aún más.
El ERPI -el más beligerante- lanzó una amenaza directa al Gobierno y convocó a la conformación de la Brigada Popular de Ajusticiamiento 26 de Septiembre para enfrentar a políticos locales corruptos y al cártel Guerreros Unidos.
Además, acusó a la corriente Nueva Izquierda del PRD, que gobierna la entidad y el municipio de Iguala, como cómplice de la desaparición de los normalistas.
Fuentes enteradas, sostienen que el Gabinete de Seguridad no toman a la ligera tales pronunciamientos, y tienen entre sus líneas de investigación una que afirma que la guerrilla podría ser uno de los factores tras los acontecimientos.
El argumento esgrime que, por tradición, las escuelas normales son fuente ideológica y política de grupos guerrilleros, que son vistos como enemigos naturales por organizaciones del narcotráfico y del crimen organizado.
