Publica EU nuevos protocolos contra el ébola
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Las personas que compartieron apartamento con el primer enfermo de ébola en Estados Unidos están saliendo de cuarentena llenos de salud.
Georgia, EU.- Las autoridades federales estadounidenses comenzaron a difundir nuevos protocolos que fomentan el uso de protección completa para los trabajadores sanitarios que atienden a pacientes de ébola.
Las autoridades difundieron el lunes por la noche las recomendaciones, que los trabajadores sanitarios exigían desde que dos enfermeras en Dallas se infectaron del virus cuando atendían al primer enfermo de ébola diagnosticado en Estados Unidos.
Personal de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) comenzarían el martes las demostraciones de las técnicas recomendadas en un enorme centro de formación en el Centro Javits de Nueva York, con una asistencia esperada de miles de personas.
Una líder sindical que representa a 3 millones de enfermeras dijo estar encantada de recibir por fin mejores recomendaciones federales, como el personal médico había demandado. Los trabajadores sanitarios señalaron que las guías anteriores del CDC eran confusas e inadecuadas, y les dejaban atemorizados por su falta de preparación sobre cómo tratar a un paciente de ébola.
"Las guías de hoy nos llevan hacia delante", dijo Pamela Cipriano, presidenta de la Asociación Estadounidense de Enfermeras, en un comunicado divulgado el lunes por la noche.
Las peticiones de nuevos estándares se vieron impulsadas por los inesperados contagios este mes de dos enfermeras del Hospital Presbiteriano de Salud de Texas. No está claro cómo se infectaron las trabajadoras, pero se sabe que hubo algún problema, indicó el director de los CDC, Tom Frieden.
"La conclusión es que los protocolos no funcionaron para ese hospital", dijo Frieden al presentar los nuevos estándares.
Las guías anteriores de los CDC se habían basado en el tratamiento que reciben los pacientes en África, aunque esa tiende a ser una atención menos intensiva prestada en condiciones más básicas, por ejemplo en tiendas. Además, daban margen a los hospitales para utilizar la protección disponible con los posibles pacientes de ébola.
Los nuevos protocolos son más estrictos, requiriendo trajes de protección y capuchas completas que cubran el cuello de los trabajadores e imponiendo normas rigurosas para la retirada del equipo y la desinfección de las manos, además de introducir la figura de un supervisor para las maniobras de colocar y quitar las protecciones.
También piden a los trabajadores que pudieran participar en la atención a enfermos de ébola que ensayen varias veces cómo se pone y se quita el traje antes de acercarse a un paciente.
En cuanto a los hospitales, se pide la designación de zonas para colocar y retirar el equipo, ya sea una habitación contigua a la de un paciente de ébola o una zona de pasillo acordonada con plásticos.
Los CDC no pueden obligar a los hospitales a seguir las guías, se trata sólo de recomendaciones oficiales. Pero son las normas que siguen los centros ante la posibilidad de encontrarse con pacientes con una enfermedad infecciosa mortal que hasta hace unos meses, nunca se había visto en el país.
Esta semana se registraron buenas noticias cuando 50 personas que habían tenido contacto con el paciente diagnosticado en Estados Unidos, el liberiano Thomas Eric Duncan, completaron el periodo de observación de 21 días y dejaron de estar consideradas en riesgo de desarrollar la temida enfermedad.
En Texas quedan unas 120 personas bajo observación por posibles síntomas, que terminan su cuarentena el 7 de noviembre, indicó el alcalde de Dallas, Mike Rawlings.
Otras 140 personas están siendo monitoreadas en Ohio por su contacto o posible contacto con la enfermera Amber Vinson, según las autoridades de Ohio. Vinson, que atendió a Duncan en Texas, voló de Dallas a Cleveland el 10 de octubre y regresó el 13 de octubre, antes de mostrar síntomas de la enfermedad y dar positivo en ébola.
¿Por qué algunos logran sobrevivir al ébola?
Las personas que compartieron apartamento con el primer enfermo de ébola en Estados Unidos están saliendo de cuarentena llenos de salud. Aunque Thomas Eric Duncan murió y dos enfermeras estadounidenses se infectaron al atenderlo, también hay éxitos: una enfermera española se ha recuperado, al igual que cuatro trabajadores humanitarios estadounidenses infectados en África occidental. Incluso allí, no todos los enfermos mueren.
Entonces ¿por qué algunas personas escapan vivos del ébola y otros no?
El final de la cuarentena para 43 personas en Dallas que tuvieron contacto con Duncan "simplemente respalda lo que la mayoría de nosotros ya sabíamos acerca de la enfermedad y que hemos estado diciendo todo el tiempo: su propagación no es tan fácil", dijo el doctor Joseph McCormick de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Texas.
McCormick trabajó con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en 1976 durante el primer brote de ébola conocido y posteriormente con otros numerosos brotes de ébola y los virus hemorrágicos relacionados.
El ébola se propaga por contacto con fluidos corporales del enfermo, que luego entran al cuerpo a través de una herida en la piel o cuando las manos contaminadas tocan los ojos o la nariz. Una vez dentro del cuerpo, el virus se afianza atacando la primera línea de defensa del sistema inmunológico, esencialmente desactivando sus alarmas.
El virus se reproduce rápidamente infectando a múltiples tipos de células antes de que el sistema inmunitario reconozca la amenaza y comience a luchar.
Sólo después de que se produce una cantidad suficiente de virus, aparecen los síntomas, empezando con fiebre y dolor muscular, de cabeza y garganta. Sólo entonces una persona se vuelve contagiosa.
No está claro por qué el ébola tiene un comportamiento diferente en cada persona, pero la rapidez con la que aparecen los síntomas depende en parte de la cantidad de virus a los que un paciente se vio expuesto inicialmente, dijo McCormick.
La Organización Mundial de la Salud ha dejado claro que hay mucho más virus en sangre, vómito y heces que en otros fluidos corporales.
No existe un tratamiento específico para el ébola, pero los especialistas dicen que la atención médica básica âproporcionar líquidos y nutrientes por vía intravenosa y mantener la presión arterialâ es crucial para dar tiempo al cuerpo para que combata el virus.
Los vómitos profusos y la diarrea pueden causar deshidratación. Peor aún, en los casos más graves, los vasos sanguíneos de los pacientes comienzan a tener filtraciones, causando que la presión arterial baje a niveles peligrosos y que el líquido se acumule en los pulmones.
"La cuestión clave es el equilibrio entre mantener la presión arterial mediante líquidos, sin llevarlos a un edema pulmonar en el que literalmente se van a ahogar", dijo McCormick.
Por Mike Stobbe, Emely Schamll y Lauran Neergaard/AP