Prevenir el VIH implica desestigmatizar la sexualidad, revela diagnóstico

Circulo de Oro 2021
/ 6 diciembre 2012

    Como sociedad tenemos miedo a las relaciones sexuales, vivimos una "sexofobia" que nos hace pensar que tener sexo es sucio y promiscuo, cuando en realidad es parte del ser humano; desestigmatizar la sexualidad es el primer paso para prevenir infecciones de transmisión sexual como el VIH; fue la conclusión a la que llegaron activistas del Colectivo Sol, con base en los resultados obtenidos por el Diagnóstico Comunitario Participativo (DCP) "En primera persona".

    México, DF. Anteayer, en el Museo Universitario del Chopo, se dieron a conocer los hallazgos más significativos de este proyecto realizado por la organización civil Colectivo Sol, el cual consistió en identificar problemas y necesidades en la prevención del VIH/sida en voz de las propias poblaciones clave: hombres que tienen sexo con hombres (HSH), personas travestis, transexuales y transgénero (TTT), HSH y TTT que ejercen el trabajo sexual (TS) y mujeres y hombres usuarios de drogas inyectables (UDI).

    Rafael Manrique y Hugo Vargas, integrantes de la organización, fueron los encargados de presentar los resultados del DCP, ahí señalaron que con este trabajo "no se descubrió el hilo negro", pero sí se obtuvieron datos que servirán para redefinir las acciones de las organizaciones civiles y proponer nuevas estrategias para detener la epidemia del VIH.

    Los activistas coincidieron en que al prevenir infecciones de transmisión sexual no debe haber cabida para conservadurismos, sobre todo por parte de los organismos gubernamentales; para ejemplificar lo anterior, recordaron que no hay campañas que eroticen el uso del condón, por lo que incluso insistieron en la importancia de hacer "porno-prevención" para incorporar de manera más efectiva el uso del condón a las prácticas sexuales, más allá de preservativos "amigables con ojos y manitas".

    El DCP, elaborado de abril 2011 a enero 2012 con financiamiento del Fondo Mundial, alcanzó a 738 personas de 10 zonas metropolitanas del país: Tijuana, Baja California; Monterrey, Nuevo León; Guadalajara, Jalisco; Mérida, Yucatán; Ciudad del Carmen, Campeche; Juchitán-Tehuantepec, Oaxaca; Durango, San Luis Potosí, Puebla-Tlaxcala y el Valle de México.

    Entre los resultados del estudio destacan las 10 razones principales por las que las poblaciones evaluadas dijeron no utilizar condón: no contar con uno al momento del encuentro sexual, no identificar riesgo en sexo oral, no estar consciente debido al uso de alcohol o drogas, momento de "calentura" o deseo de tener sexo sin protección, confianza en la fidelidad de la pareja, falta de información sobre el uso del condón, el cliente pidió no usar condón y ofreció una compensación económica (esto en el caso de trabajadores sexuales), ganas de sentir más emoción o adrenalina y no se siente lo mismo; fueron las 10 respuestas más mencionadas.

    De acuerdo con el diagnóstico, las organizaciones civiles son todavía las principales distribuidoras de condones; sin embargo, la evaluación reveló también que las personas, al menos de estas poblaciones, esperan a que sean las organizaciones las que se acerquen a regalarles los insumos de prevención; "y en caso de no recibir los condones ellos no los buscan por su cuenta", señaló Hugo Vargas.

    Por otro lado, el diagnóstico también señaló, con base en los testimonios recabados, que los procesos y las acciones de estigma y la discriminación hacia estas poblaciones clave todavía se encuentran muy presentes en la familia, la sociedad en general, e incluso dentro de los mismos colectivos de la diversidad sexual.

    "No me gusta juntarme con homosexuales obvios, dañan mi imagen", "oye por lo menos vete a picar la piedra como albañil, por qué te denigras así, te dicen si eres hombre trabajador sexual", y "aquí la basura es reina, la tratan mejor que a nosotros los usuarios de drogas inyectables"; son algunos de los testimonios que recopiló el diagnóstico, y los cuales dan cuenta de que población UDI, HSH trabajadores sexuales y homosexuales afeminados, son los más discriminados, según las percepciones de quienes participaron en esta evaluación.

    Finalmente, también señalaron que los actos más discriminatorios provienen de la policía y los servicios de salud, con excepción de la Clínica Especializada Condesa del Distrito Federal y los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits), que fueron los mejores calificados.



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