Prevé INAH reabrir en próximos días la Zona Arqueológica de Cacaxtla
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México,D.F.- La Zona Arqueológica de Cacaxtla, en Tlaxcala, cerrada al público desde mayo del año pasado debido a las afectaciones que le dejó una fuerte granizada, será reabierta al público en breve, toda vez que el personal del INAH concluyó sus labores de mantenimiento y limpieza en el sitio.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que además de tareas preventivas anticorrosión y antioxidación del techo metálico afectado, fueron retiradas 50 toneladas de chatarra de la zona, donde, en días pasados ya se efectuó el desembalaje de elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos.
La ceremonia de reapertura de la zona arqueológica, precisó, depende del acuerdo con el gobernador de la entidad, Héctor Ortiz Ortiz.
El programa de mantenimiento y limpieza integral de la zona arqueológica, cuyas tareas comprendieron cerca de 11 mil metros que mide el techo metálico, así como de los elementos mecánicos, incluidos los tensores que lo soportan.
Entre las acciones destacan el retiro de la chatarra, escombros y más de tres mil costales de cacahuatillo y arena, colocados tras el colapso parcial de la techumbre (sur) para proteger el basamento prehispánico.
De acuerdo con el INAH, el diseño de la nuevo armazón con la que se restituyó la parte afectada respetó las características de la anterior, modificando lo referente a las inclinaciones para facilitar el desalojo de las aguas pluviales y eventuales granizadas que pudieran presentarse en el futuro.
Expertos en conservación y restauración procedieron al desembalaje de los elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos del sitio prehispánico, que fueron protegidos ante la contingencia.
De manera meticulosa, los expertos retiraron cada tabla de madera y materiales impermeables, que constituyeron cada uno de los encofrados con los que se aislaron muros, columnas, banquetas, pisos estucados y pinturas murales, a efecto de evitar que sufrieran daños durante los trabajos de reposición del techo metálico y como protección contra de la intemperie.
Una atención particular recibieron los murales, que primero se estabilizaron antes de ser desembalados, a fin de que no se vieran afectados por el cambio de las condiciones del microclima que se generó en torno de ellos, durante el tiempo de su resguardado.
El INAH aclaró que aunque las pinturas conocidas como La Batalla, el Templo Rojo y el Templo de Venus seguirán siendo objeto de labores de conservación y monitoreo de las condiciones de temperatura y humedad, ello no significa que el público no podrá admirarlos.
Destacó que al estar sobre un basamento de adobe, el sitio arqueológico suele estar sujeto a los movimientos naturales del terreno. Para darle solidez, los arqueólogos trabajan desde el año pasado en la creación de un muro perimetral de piedra, con el cual también se busca frenar su deterioro en la medida de lo posible.
En las partes sur y surponiente se ha logrado concluir la construcción de este muro y durante este 2008 continuará su edificación en las áreas restantes.