Presencian en Piedras Negras la pasión y muerte de Cristo
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Las explanadas de las iglesias católicas asi como las calles se convirtieron en escenarios donde se recreó la época de Cristo quien recibió latigazos, fue golpeado y posteriormente crucificado
Piedras Negras, Coah.- En Piedras Negras, Coahuila, desde el PaseoÂ
del Río, cientos de personas presenciaron las diversas representaciones de la pasión  y muerte de Cristo a través del viacrucis como parte de la semana mayor.
Las explanadas de las iglesias católicas asi como las calles se convirtieron en escenarios donde se recreó la época de Cristo quien recibió latigazos, fue golpeado y posteriormente crucificado.
El padre de la Parroquia de Guadalupe, José Guadalupe Valdés, el ejemplo de Jesús durante el viacrucis es un mensaje para la reflexión ante los tiempos difíciles y de incertidumbre que se enfrentan por la violencia e inseguridad.
En cada una de las estaciones se detienen representando las escenas del viacrucis, en la que eleva una oración y continúan a la siguiente parada.
Durante el trayecto los soldados no dejan de azotar a Jesús, este lleva una cruz de madera pesada, mientras las mujeres lo siguen silenciosas llorando y contagiando a los espectadores quienes también se adentran e imaginan lo que el hijo de Dios vivió.
A lo largo del camino que Jesucristo recorre hacia el calvario, desde el momento en que es condenado y hasta su muerte en la cruz y su resurrección, se vive su expresión de amor en nombre de la humanidad.
Aseguró este es un camino que se celebra desde los primeros años del cristianismo, su significado tiene que ver con un acto de amor que permite meditar y conocer la vida de Cristo y que facilita la identificación con él, misma a la que está llamado todo hombre.
Asegura que en esta pasión se busca reavivar, en la mente y en el corazón, la contemplación de los momentos supremos de la entrega de Cristo por nuestra redención.
El presbítero dijo que con la representación no sólo se vive el amor de Jesucristo por el ser humano, sino el amor de Dios por su hijo y por nosotros.
Antecedentes
De acuerdo a algunos antecedentes históricos de esta singular representación teatral, su origen es desde el año 700, donde se representaba una pasión de Cristo, estructurada según las formas clásicas. A la vez, desde la Edad Media en Francia se organizaban las representaciones, así como en Inglaterra y España.
El contenido de este tipo de obras, en general, se basa en los evangelios bíblicos, aunque cada autor destaca lo más relevante para los efectos que considera necesarios para la estructura del drama religioso.
Por su parte el historiador local Ramón Carrillo asegura que la vida y pasión de Jesucristo es una realidad tangible y los actores, no profesionales, que la escenifican, viven la pasión con entrega sincera, porque es una celebración y su contenido está teñido de un significado religioso profundo.