Prefieren "dominguear" que ir a votar
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La música callejera y la ropa de segunda mano se apoderaron del pensamiento de algunos saltillenses tal y como pasa cada domingo en el mercado de la Guayulera, a pesar de que hoy son las elecciones no se notó la diferencia
Saltillo.- El olor de las carnitas resultó ser más suculento que las propuestas de los candidatos a diputados.
La música callejera y la ropa de segunda mano se apoderaron del pensamiento de algunos saltillenses tal y como pasa cada domingo en el mercado de la Guayulera, a pesar de que hoy son las elecciones no se notó la diferencia.
Mientras que las casillas del distrito III estaban vacías las calles en las que se ubica el mercado estaban a reventar.
Pues yo digo que no vayamos a votar, total siempre es la misma.., interrumpe con un pellizco una viejecita pues el muchachito que la acompañaba estaba a punto de decir alguna de esas palabras que es mejor no aprender.
El tiempo avanza lentamente, en las casillas porque no hay nadie y en la Guayulera porque hay mucha gente, ningún dedo se ve con la marca de la tan llamada democracia, al parecer todos perdieron la esperanza y se resignan a mejor no decir nada.
Esas cosas son chingaderas compa, antes si votaba, cuando estaba más chavillo yo me acuerdo que nunca se me olvidaba, ahora aunque me acuerde mejor ni voy, pos pa que, como sea siempre es la misma gata, dice un tipo con una facha de esas que las madres nunca aceptarían para los novios de sus hijas.
Recordando las casillas, se vienen a la mente vacías, con dos o tres personas y algunas otras sin nadie, los funcionarios mejor se ponían a platicar o si bien les iba se salían a fumar, total no había nadie a quien atender, cuando llegaba alguien hasta medio despertaban y cuando se iba se volvían a quedar en el letargo.
Volviendo a la Guayulera, van las señoras con niño en brazos, con el marido a un lado y si tiene hijos de más hasta con carriolas, nada importa, sólo ir a comprar esas carnitas que despiden un aroma que para muchos es delicioso y para otros desagradable.
En el camino no dudan en llevarse fruta o alguna otra cosa que cese el intenso calor, un señor le pregunta a quien uno imagina es su esposa, Y luego, ¿Vamos a ir o no?, yo digo que no porque ni hemos comido, hace calor y tengo hueva, pero bueno si quieres vamos, pero mejor no, pero como tú quieras.
Ella ni le hace caso por estar viendo ropa para bebé, después de un rato voltea a verlo y le dice, Ne ya es bien tarde, mejor no vamos, aparte ya nos quedó retirada la escuela y no quiero ir hasta allá, votamos cuando sea para otra cosa, o ¿para qué es esta vez?.
Se alejan entre la gente aún discutiendo de si votarían o no.
Y ahí estaban, la casilla y el mercado de la Guayulera, en definitiva uno más atractivo que otro, o será que de tanto año la gente ya no muestra esperanza de que algo totalmente cierto pase.