Pese a todo, Obama defiende el espionaje de EU
COMPARTIR
TEMAS
Explicó que ha ordenado que se establezcan límites a la recopialación secreta de información, pero subrayó que es necesario continuar el desarrollo tecnológico y el espionaje para proteger al país
Washington.- El presidente Barack Obama anunció hoy que Estados Unidos limitará el espionaje exterior, incluidas las escuchas a líderes amigos, y reformará el programa que recopila masivamante datos telefónicos domésticos, pero rechazó disculparse por las tareas de espionaje de las agencias de inteligencia.
"Las reformas que estoy proponiendo hoy deberían darle a los estadounidenses más confianza acerca de que sus derechos están siendo protegidos, incluso cuando nuestras agencias de inteligencia y de seguridad mantienen las herramientas que necesitan para garantizar nuestra seguridad", dijo Obama.
El mandatario pronunció hoy su esperado discurso sobre reformas a los programas de espionaje tras el escándalo desatado por las revelaciones del informático Edward Snowden sobre los programas de espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA).
En el marco de su defendido equilibrio entre seguridad y derecho a la privacidad, el mandatario explicó hoy que ha ordenado que se establezcan límites a la recopialación secreta de información, pero subrayó que es necesario continuar el desarrollo tecnológico y el espionaje para proteger al país.
Después de que Snowden empezara a filtrar información sobre los programas de la NSA a mediados del año pasado, Obama ordenó a una comisión que revisara sus prácticas y programas y le presentara sus conclusiones. Ésta le entregó al mandatario en diciembre un informe con 46 recomendaciones que Obama ha estado estudiando desde entonces, hasta que este viernes reveló los cambios que está dispuesto a hacer.
Obama ordenó hoy a su fiscal general, Eric Holder, y al Director de Inteligencia Nacional, James Clapper, que apliquen protecciones más amplilas a los ciudadanos extranjeros, de forma similar a las vigentes para los estadounidenses. Ello incluirá, dijo, límites al tiempo que los datos pueden ser guardados y restricciones a su uso.
Además, las agencias de inteligencia estadounidenses no podrán seguir espiando como hasta ahora a algunos de los líderes extranjeros como sucedió con la canciller alemana, Angela Merkel, o la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, quien en protesta suspendió la visita de Estado a Washington que tenía agendada el pasado octubre.
"Le he dejado claro a la comunidad de inteligencia que, a menos que haya un motivo de seguridad nacional imperioso, no vamos a monitorear las comunicaciones de los jefes de Estado y de gobierno de nuestros amigos más estrechos y aliados", dijo Obama.
"Los líderes de nuestros amigos cercanos y aliados merecen saber que si quiero saber lo que piensan sobre algún asunto, tomaré el teléfono y los llamaré en lugar de recurrir a la vigilancia".
Con todo, Obama especificó que ello no implica el fin de los programas de inteligencia hacia otros gobiernos.
"Nuestras agencias de inteligencia seguirán recopilando información sobre las intenciones de los gobiernos en el mundo del mismo modo que lo hacen los servicios de inteligencia de todas las otras naciones", puntalizó el mandatario.
"No nos vamos a disculpar sólo porque nuestros servicios puedan ser más eficientes", agregó.
Dentro de Estados Unidos, una de las revelaciones que más indignación causaron fue conocer la amplitud de la recolección de metadatos telefónicos. Se trata de información de contactos entre varios números de teléfono y la duración de las llamadas, pero no sobre el contenido de éstas.
El mandatario defendió hoy el programa porque, dijo, recopila información de inteligencia necesaria, pero aseguró que implementará cambios para lograr una mayor transparencia y seguridad.
Obama dijo en este sentido coincidir con quienes afirman que esta información no debería ser guardada por el gobierno, pero tampoco indicó que considere que deba estar en manos de las compañías telefónicas o una tercera institución. En vez de ello, pidió una propuesta a las agencias de inteligencia antes del 28 de marzo, fecha en al que el Congreso debe volver a autorizar la ley que permite la recolección de ese tipo de datos.
Mientras, la NSA deberá solicitar una aprobación judicial inmediata para acceder a la información sobre llamadas telefónicas que guarda.
Obama llamó además al Congreso para que cree un panel especial de abogados independientes que proporcionen una "voz independiente" en los casos más significativos ante la secreta Corte de Vigilancia de Inteligencia Extrajera (FISC, por sus siglas en inglés).
Y pidió más transparencia que hasta ahora en las peticiones secretas de los investigadores cuando se trate de dar información al Estado sobre empresas o sobre sospechosos. En el futuro, estas peticiones de las autoridades no permanecerán secretas de forma indefinida. Además, las empresas de telecomunicaciones podrán hacer pública más información que hasta ahora sobre lo que se les ha demandado.
Pese a los cambios anunciados, Obama defendió hoy la labor de los servicios secretos y explicó que los atentados del 11 de septiembre de 2001 pusieron de manifiesto la necesidad de ampliar la vigilancia de naciones no amigas a individuos y grupos, para evitar ataques similares.
Asimismo, denunció la actitud de Snowden.
"La defensa de nuestra nación depende en parte de la fidelidad de aquellos a los que se les confían los secretos de nuestra nación", afirmó Obama, según el cual la "forma espectacular" en la que se hicieron las revelaciones hizo que la información sobre la inteligencia fuese accesible a los enemigos de Estados Unidos, lo que podría tener implicaciones durante mucho tiempo.